El desorden de adicción a internet —IAD, por sus siglas en inglés— es uno de los problemas psicológicos surgidos durante la actual era digital. La persona afectada muestra escaso control sobre las preocupaciones, urgencias y comportamientos relacionados con el uso de las computadoras y el acceso a la web. En consecuencia, entra en estados de impertinencia, impulsividad o estrés potencialmente perjudiciales (Weinstein et al., 2014).
Al respecto, distintas encuestas llevadas a cabo en EE. UU. y Europa revelaron una prevalencia del IAD en 1,5 - 8,2 % de la población. Aunque los métodos de diagnóstico varían de un país a otro, diversos estudios interdisciplinarios demostraron la correlación existente entre el IAD y otros cuadros psiquiátricos. Esto se debe a la confluencia de causas como: rasgos de personalidad, entorno familiar, consumo de alcohol y ansiedad social.
En los siguientes párrafos se profundiza este tema.
Los primeros casos de uso problemático de internet vinieron de la mano con la masificación del acceso a la World Wide Web. Cabe destacar que la facilidad de ingreso a las redes no constituye un problema per se ni la raíz de la situación. Asimismo, el IAD suele estar acompañado de otros cuadros —adicción a la pornografía o ludopatía, por ejemplo— potencialmente muy perjudiciales para el afectado a mediano y largo plazo.
Por ello, empresas como el Verde Casino online promueven prácticas responsables con el fin de proteger el bienestar mental y financiero de sus clientes. En cualquier caso, si una persona reconoce los síntomas del IAD en sí mismo o en algún allegado, el primer paso es buscar ayuda. Luego, de ser necesario, un doctor puede prescribir terapia y/o medicamentos para atender la problemática desde el origen.
Las señales del IAD pueden ser físicas o emocionales; las más comunes son las siguientes:
La utilización problemática de internet puede tener muchos factores involucrados, entre ellos:
Existe un consenso en la comunidad científica occidental en torno a la asociación de las conductas de adicción con la predisposición genética. Entre las investigaciones más conocidas, “la neurobiología de las sustancias y los comportamientos adictivos” de J.E. Grant (2006), aporta bastante luz al respecto. Específicamente, apunta las causas del problema hacia las deficiencias de dopamina y serotonina por condiciones heredadas.
Igualmente, Cash et al. (2012) confirmaron que los bajos niveles de dichas hormonas aumentan el riesgo de respuestas placenteras excesivas en las personas propensas a las adicciones. En ambos estudios —publicados originalmente en las revistas CNS Spectrums y Current Psychiatry Reviews, respectívamente—, también se recomendó evitar la exposición prolongada a la luz azul (emitida por los celulares, por ejemplo).
Se trata de un factor retroalimentativo, pues el uso compulsivo del internet puede modificar la estructura del cerebro. En particular, el IAD afecta las zonas de materia blanca y de materia gris en la región prefrontal, las cuales, se encargan de recordar detalles, planificar y priorizar tareas. Por consiguiente, cuando el afectado altera los procesos naturales en esas áreas, tiende a perder progresivamente el control sobre la utilización razonable del internet.
Según un artículo publicado en International Journal of Environmental Research and Public Health por Chung et al. (2019), el entorno social contribuye de forma crucial al desarrollo de IAD. Entre los factores mencionados por los investigadores se encuentran la publicidad excesiva de juegos en línea y la accesibilidad a los “PC cafés” (locales de ocio en la red).
Las personas que sufren de ansiedad y/o depresión son más propensas a recurrir a internet como un método de alivio a sus síntomas. De igual manera ocurre con los individuos tímidos o retraídos socialmente, quienes tienden a reemplazar la comunicación presencial por la virtual. Eventualmente, si en ellos el tiempo dedicado a navegar no es controlado, existe el riesgo de volverse dependiente de la red para expresar el más mínimo mensaje.
A continuación, se describen los tratamientos más comunes para tratar el IAD.
El uso de medicamentos es beneficioso para aquellos adictos a internet cuya debido a cuadros depresivos o de ansiedad. En concordancia, la prescripción apunta a ansiolíticos o antidepresivos para tratar directamente la raíz del comportamiento compulsivo. Estos tratamientos farmacológicos tienen una alta probabilidad de éxito entre los pacientes, según las investigaciones en la materia publicadas en World Journal of Psychiatry (2016).
Se refiere a tratamientos que pueden estar acompañados o no de la prescripción de medicamentos, entre ellos:
Boda en Puno sorprende a miles al mostrar enormes platos de comida. Los novios celebraron…
Capitán PNP Junior Izquierdo sufre seguimiento sospechoso, según su abogado, quien exige medidas de protección.
Peruano expresó incomodidad al escuchar 'Nuevayol' de Bad Bunny, causando ola de reacciones en redes…
Cardenal Carlos Castillo criticó que el Mincul interviniera en un tema que concierne exclusivamente a…
Un menor de 17 años fue secuestrado y asesinado en Nasca. Su familia exige justicia…
Yonhy Lescano enfrenta retos institucionales que podrían definir su trayectoria política y su camino hacia…