Día de los Defensores de la Democracia y captura de Abimael Guzmán: importancia de este 12 de septiembre
Tras 32 años del golpe a cabecilla de Sendero Luminoso.
Día de los Defensores de la Democracia y captura de Abimael Guzmán: importancia de este 12 de septiembre.
Este 12 de septiembre se conmemora el Día de los Defensores de la Democracia, que coincide con la fecha en que se dio un primer gran golpe en la lucha contra el terrorismo en el Perú: la captura del terrorista Abimael Guzmán Reynoso.
En este día, se rinde homenaje a aquellas autoridades que enfrentaron a grupos subversivos que rompieron con el orden democrático y marcaron episodios oscuros y sangrientos de la historia del país.
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Miembros de las Fuerzas Armadas, Policía, de los comandos integrantes del Operativo Militar Chavín de Huántar, del Grupo Especial de Inteligencia (GEIN), de la Dirección contra el Terrorismo (Dircote) PNP, comités de autodefensas y ciudadanos que fallecieron como resultado de la lucha contra el terrorismo reciben los honores por sus valerosas acciones en favor de la nación.
Desde la Presidencia de la República también extendieron sus saludos: “Reconocemos y valoramos la heroica lucha de todos los peruanos que enfrentaron al terrorismo; sin su sacrificio y honor no sería posible vivir en una nación donde ejercemos nuestro derecho a la libertad“.
Día de los Defensores de la Democracia y captura de Abimael Guzmán
Un 12 de septiembre de 1992, en un inmueble ubicado en el distrito de Surquillo, agentes del GEIN desarrollaron un operativo de inteligencia que terminó con la captura del cabecilla senderista Abimael Guzmán. Este momento, uno de los más importantes en la lucha contra el terrorismo en el Perú, ocurrió durante el gobierno de Alberto Fujimori.
Desde principios de la década de los 80, esta organización maoísta liderada por el llamado ‘Presidente Gonzalo’ desató una feroz campaña en distintas zonas del país, perpetrando violentos ataques, emboscadas y masacres.
El 12 de septiembre de 1992, el GEIN decidió actuar. Mediante una operación de inteligencia cuidadosamente planificada, los agentes ingresaron a la residencia donde encontraron a Guzmán junto a varios de sus colaboradores más cercanos.
Tras su captura, Abimael Guzmán fue presentado ante los medios de comunicación en una jaula, vistiendo un traje a rayas. Fue en aquel momento en que el cabecilla vociferó su famosa frase: “Derrota, sí; rendición, jamás”.
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