Haciendo memoria: las revueltas en el Perú
Lo de hoy es terrorismo puro.
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Por C. Alfredo Vignolo G. del V.
En la época del gobierno militar se realizó una huelga policial en nuestra capital, que se inició el 3 de febrero de 1975 y produjo una serie de revueltas y desmanes que fueron reprimidos por las Fuerzas Armadas el 5 de febrero.
El caos y desgobierno ocasionados por la insurrección trajeron como consecuencia el agravamiento de la crisis política que enfrentaba el gobierno del general Velasco, el cual sería depuesto en agosto de 1975, finalizando así la primera fase del gobierno militar.
El descontento popular alcanzó también a los miembros de las Fuerzas Policiales (Guardia Civil -GC-, Guardia Republicana -GR- y Policía de Investigaciones del Perú -PIP-), los cuales se sentían postergados por las Fuerzas Armadas, quienes los consideraban como “fuerzas auxiliares” y, además, no contaban con representación alguna en los organismos de gobierno.
Otras causas del descontento policial eran sus bajos sueldos y su protesta al maltrato sufrido por un subalterno de la guardia civil al quien el Jefe de la Casa Militar, General EP Enrique Ibáñez Burga, insultó y abofeteó públicamente por incumplir sus órdenes de no permitir que los periodistas se acercasen al vehículo del Jefe de Estado.
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La manifestación policial empezó el 1 de febrero de 1975 y al día siguiente se extendió de comisaría en comisaría, conformándose una comisión representativa que se instaló en la sede de Radio Patrulla, en la avenida 28 de Julio en La Victoria. Los policías amenazaron con una huelga de no atenderse sus reclamos; al fracasar las negociaciones, consumaron la amenaza y el 5 de febrero, Lima quedó desguarnecida.
Hacia la medianoche del 4 al 5 de febrero, unidades blindadas del Ejército sitiaron Radio Patrulla exigiendo la entrega de los dirigentes policiales y el fin de la huelga; al no haber respuesta, en la madrugada se produjo la toma violenta del local, en las zonas aledañas se podía escuchar el tableteo de ametralladoras y estruendo de tanques. Culminada su labor, el Ejército se retiró.
Ataque a medios de comunicación
En las calles de Lima la situación era de incertidumbre. La población temía salir de sus casas, pero poco a poco la falta de control producto de la huelga motivó a grupos criminales y opositores al régimen a formar turbas vandálicas que se dedicaron al saqueo y a provocar incendios; incendiaron el Casino Militar, el local del diario Correo y el Centro Cívico.
Los vándalos se dirigieron a continuación hacia la sede del Diario Expreso, pero sus trabajadores bloquearon las entradas con enormes bobinas de papel y se defendieron. Paralelamente en el resto de la ciudad se producían saqueos de tiendas y supermercados.
El Gobierno Militar ordenó la salida de las tropas de la II Región Militar, con sede en Lima, a cargo del general Leonídas Rodríguez Figueroa. Las tropas, montadas en tanques, tanquetas y hasta helicópteros, salieron a mediodía y reprimieron a sangre y fuego a los saqueadores. Asimismo, mediante comunicado oficial, el gobierno suspendió las garantías constitucionales y declaró el toque de queda a partir de las 6 de la tarde. El saldo oficial fue de 86 muertos, 1.550 heridos, 1.012 detenidos y 53 policías enjuiciados.
El 29 de agosto se produjo un golpe de Estado desde Tacna dirigido por el general Francisco Morales Bermúdez, exministro de Hacienda del régimen, que destituyó al general Velasco y se inició la llamada Segunda fase del Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas.
5 de abril de 1992: Alberto Fujimori
El domingo 5 de abril al promediar las 8:00 p.m. el entonces presidente, Alberto Fujimori, con el respaldo de las Fuerzas Armadas, disolvió el Congreso de la República, intervino el Poder Judicial, el Consejo Nacional de la Magistratura, el Tribunal de Garantías Constitucionales (hoy Tribunal Constitucional), el Ministerio Público y la Contraloría General de la República. Además, hubo persecución a los miembros de la oposición y el secuestro de otras personalidades.
Mientras daba su discurso Fujimori, previamente grabado, era transmitido por todos los canales de televisión, los tanques de la División Blindada ya se movían en las calles de Lima rumbo al Congreso de la República y al Palacio de Justicia. Las calles principales y los edificios institucionales fueron tomados por militares, el trabajo de la prensa fue limitado y al mismo tiempo se realizaron detenciones e intervenciones.
Los edificios de las principales instituciones del país, amanecieron rodeados de vehículos de guerra y efectivos de las FF.AA. que impedían el paso de los funcionarios a sus oficinas.
Los medios de comunicación sufrieron presión de parte del Gobierno, ya que tuvieron a efectivos militares a las puertas de sus locales e incluso al interior de sus salas de redacción. Las ediciones de algunos diarios salieron con páginas en blanco como protesta ante la medida tomada.
14 de noviembre de 2020: Manuel Merino
La ola de protestas que sacudieron al país, tras la destitución del presidente Martín Vizcarra, dejó sus dos primeras víctimas mortales y provocó la renuncia del presidente interino Manuel Merino.
Merino, reemplazó al destituido Vizcarra como presidente el 10 de noviembre, dejó el cargo en medio de una grave crisis política del país, «Yo, como ustedes, quiero lo mejor para este país», dijo Merino antes de anunciar su dimisión «irrevocable».
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El sábado miles de ciudadanos salieron a las calles en varias ciudades de país en la llamada segunda marcha nacional, durante las manifestaciones en Lima se produjeron choques violentos entre los manifestantes y los efectivos policiales, que reprimieron las protestas con el uso de gases lacrimógenos.
Numerosas voces comenzaron a solicitar la dimisión de Merino, que finalmente se concretó el domingo derivando en una severa crisis política en el país.
Luego de que se hicieran públicas las dos primeras muertes, comenzaron a sucederse las renuncias de los ministros durante el fin de semana.
Castillo y Boluarte
Desde el 7 de diciembre en que Pedro Castillo pretendió dar un absurdo golpe de Estado y fue destituido, asumiendo constitucionalmente Dina Boluarte, al día de hoy ya hay más de medio centenar de muertos por las violentas revueltas iniciadas en Puno que ya llegaron a Lima, esas revueltas no pueden ser catalogadas como tales, sino como actos terroristas, un poblador marcha por derechos y no para destruir.
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— Diario Expreso (@ExpresoPeru) January 25, 2023
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