‘Los niños espías’ que derrotaron al terrorismo: la historia secreta de los ‘Chukys’ y el GEIN
Adolescentes callejeros que fueron reclutados por la policía se convirtieron en las piezas claves para capturar a Abimael Guzmán, el líder del grupo terrorista más letal del Perú.
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A Marco Antonio Castro, exmiembro del GEIN (Grupo Especial de Inteligencia), se le ocurrió, junto con el comandante PNP Benedicto Jiménez, impulsar una redada con agentes de la policía femenina para intervenir a jóvenes infractores, reveló un informe periodístico.
El Grupo Especial de Inteligencia luego de la redada seleccionaron a un grupo que voluntariamente quisiera trabajar con ellos. Estos muchachos, que antes robaban en las plazas de Lima o inhalaban terokal, pasaron a ser agentes de inteligencia encubiertos, desempeñando un papel crucial en la captura del líder de Sendero Luminoso, Abimael Guzmán.
El grupo de jóvenes, que recibió el apodo de ‘Los Chukys’, en referencia al muñeco diabólico de la película, fue alojado en una casa incautada a Sendero Luminoso en la avenida Arenales, acondicionada con camarotes y una refrigeradora llena de alimentos.
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Recibieron entrenamiento especializado para misiones de inteligencia, convirtiéndose en una herramienta clave en operaciones complejas, como la vigilancia y el seguimiento de terroristas.
Aprovechando su habilidad para mezclarse sin ser detectados, estos chicos subían a combis y micros vendiendo caramelos, recopilando información valiosa sin levantar sospechas.
Con el tiempo, las técnicas de inteligencia utilizando a ‘Los Chukys’ se perfeccionaron. Una de sus misiones más destacadas fue localizar a Zenón Vargas Cárdenas, alias ‘El Zorro’, un importante coordinador de Sendero Luminoso.
Pese a las dificultades iniciales para ubicar su vivienda en La Victoria, lograron determinar su ubicación exacta gracias a la creatividad del comandante Jiménez, quien instruyó a uno de los chicos para que vendiera mermeladas caseras y así lograra entrar al solar donde vivía Vargas. Este tipo de ingenio caracterizó muchas las operaciones del GEIN.
La captura de Abimael Guzmán, el ‘Camarada Gonzalo’, fue el resultado de un meticuloso trabajo de inteligencia, donde ‘Los Chukys’ tuvieron un papel fundamental.
A pesar de sus contribuciones, estos adolescentes, después de la ‘Operación Victoria’, fueron enviados a orfanatos del Estado y permanecieron en el anonimato durante 32 años. Sin embargo, el Perú les debe en gran parte su pacificación.
En conclusión, la historia de ‘Los Chukys’ es la de héroes anónimos, cuyo papel fue crucial para debilitar a Sendero Luminoso, demostrando que a veces los actores más inesperados pueden ser los más decisivos en los momentos más críticos de un país.
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