Rosa Chauca Gutiérrez, generando espacios desde la neurodiversidad

Reconocida artista ha participado en diferentes obras donde invoca «la reflexión».


Rosa Victoria Chauca Gutiérrez es una reconocida “teatrera”, que además se define a sí misma como “arte-educadora y casi socióloga”, así la destacada joven nos cuenta su trabajo en la obra “Sonidos al otro lado de mi puerta”, una obra especializada en niños y niñas “neurodivergentes”.

Háblanos de la obra que estás presentando, ¿de qué va la puesta en escena?

La obra “Los sonidos al otro lado de mi puerta” es una obra de títeres en formato distendido. Un formato distendido tiene adaptaciones en luces, sonido, en la gestión del espacio de representación, material anticipatorio, entre otros, con la intención de propiciar la participación de personas neurodivergentes o cualquier persona que piense que este formato es algo de lo que le gustaría ser parte.

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La obra trata de la historia de una niña llamada Juana que no ve a su abuelo hace 179 días y que junto a su amigo, emprenden un viaje para ir en su búsqueda al ritmo de la música.

¿Qué significa el teatro neurodivergente? 

No sé si exista teatro neurodivergente. Tal vez, si lo tomamos desde el paradigma de la neurodiversidad, desde tener en el equipo creativo y de gestión a personas neurodivergentes, de generar contenidos que de alguna manera expliquen las experiencias de personas neurodivergentes, tratar de generar espacios de consulta, etc., podríamos decir que hay una intención de generar espacios de participación y representación de personas neurodivergentes en el teatro y tal vez a eso podría llamarse teatro neurodivergente.

¿Cómo toma el reto de hacer teatro para niñas y niños neurodivergentes? 

Bueno, en primera instancia, sé que tal vez no logremos cubrir todas las necesidades de la niñez neurodivergente pero desde el equipo tenemos la intención de crear un espacio amigable para generar una relación con las artes escénicas.

Hemos creado un proyecto que desde su inicio ha pensado en necesidades sensoriales y de anticipación que podrían tener niñas y niños neurodivergentes, buscando un lugar que se adecue a las necesidades del montaje, entre otras cosas. Igual, para el equipo la prueba será cuando pongamos la obra frente a niñas y niños (y sus adultos porque también participan), en ese momento podremos ver si lo que hemos estado planificando y gestionando funciona o no, y el reto será saber si todo el trabajo previo se traduce en un experiencia agradable o si tenemos que hacer ajustes sobre la marcha, que es algo totalmente posible.

La obra

El proyecto escénico “Los sonidos al otro lado de mi puerta”, creado por La Hipérbole – Laboratorio para las artes, tiene por objetivo generar un encuentro amigable entre las artes escénicas y los niños y niñas neurodivergentes. Música, texto y títeres se unen en esta obra, escrita por Mario Zanatta y dirigida por Rosa Victoria Chauca, que se presentará en una única función el sábado 10 de junio a las 5 p.m. El ingreso es libre previa inscripción en lahiperbole.com

Por Vladimir Rendón Acat

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