Autodefensa legítima: Nativos Wampís enfrentan a madereros ilegales y sicarios
Cerca a la Cordillera del Condor, entre las regiones Amazonas y Loreto los nativos Wampís no solo piden atención al resto de peruanos y protección a las fuerzas de seguridad y al indiferente Gobierno, sino que además están preparándose para enfrentar a avezadas organizaciones delictivas que van invadiendo territorios bajo su cuidado.
Mineros ilícitos y taladores de especies en proceso de extinción los han amenazado de muerte; esto a raíz de que les incautaron embarcaciones con madera ilegal. Los líderes nativos advierten que estos agresores están recurriendo a contratar sicarios para planificar y ejecutar acciones violentas contra ellos.
Algunos medios en la capital peruana han resaltado la grave situación de amenaza. Pero no es suficiente. Distraídos en el juego de poder local, regional y nacional, o atascados por la insuficiencia ─o quizá hasta por corrupta complicidad─, la reacción de las autoridades es casi nula o se intercala con el silencio. De no dar protección a los Wampís frente a los criminales el resultado puede ser realmente lamentable.
Los nativos peruanos en esta zona no son los únicos que sufre la falta de respaldo y seguridad. En distintas partes de la enorme selva muchas comunidades indígenas están siendo agredidas por al narcotráfico, los taladores, mineros, pescadores ilegales, traficantes de tierras, etc… En el VRAEM, por ejemplo, la confluencia del narcoterrorismo, que además nunca abandonó objetivos políticos conexos como algunos especialistas peroraron, ha hecho también lo suyo con longeva impunidad. El asesinato selectivo de líderes nativos y defensores del medio ambiente ha agarrado letal tracción en los últimos años.
Los escenarios y riesgos crecientes no deben subestimarse. Se está también ante los efectos de redes delictivas que a su vez enganchan a las burocracias estatales para corromperlas. Los casos se agravarán si logran, vía la infiltración de los procesos electorales, aumentar su presencia en las organizaciones partidarias o movimientos que buscan obtener poder político (ver: «Elecciones subnacionales: organizaciones criminales tras el poder político». 15/5/2022. M. Lagos. Expreso). Como es cada vez más conocido, hay registro de cómo gobiernos subnacionales están vinculados a grupos delictivos de diverso rubro impulsados por afianzar economías ilegales.
¿Si las fuerzas regulares del orden no pueden brindar seguridad constante, los Wampís como muchas otras comunidades indígenas deben ser empoderados y armados para que puedan asegurar su propia protección como ocurrió con los Comités de Autodefensa (CAD) que enfrentaron y ayudaron a derrotar al terrorismo de Sendero Luminoso? Sin ninguna duda.
«Desde el año 2020 la Nación Wampís ha denunciado la falta de acción efectiva del Estado ante la tala y comercio ilegal masivo en nuestro territorio, a pesar de múltiples reuniones con las autoridades. Por esa razón el pueblo Wampís tuvo que asumir lo que manda la ley y el control de la madera que era trasladada a Ecuador ante los ojos de las autoridades estatales que tiene responsabilidad en la interdicción. Aún cuando sostuvimos reuniones al más alto nivel para procurar que los sectores competentes, en coordinación con nosotros, realicen acciones para frenar las actividades ilegales en nuestro territorio y a pesar de los compromisos adoptados por éstos, nada se hizo. Todo está registrado, y hay responsabilidades funcionales que deben ser deslindadas y sancionadas… Nos toca hacer frente a una nueva y seria amenaza con el ingreso masivo y posiblemente concertado con autoridades estatales de taladores y comerciantes de madera fina a la cuenca del río Kanús (Santiago), en la provincia de Condorcanqui, que extraen diariamente, grandes toneladas de madera con destino a Nieva y Chiclayo. A esto se suman los extractores ilegales de oro. Estos actores ilegales vienen amenazando a comuneros y autoridades que están llevando a cabo la interdicción, obligados por la inacción, falta de apoyo o complicidad de las autoridades estatales, que debe ser investigadas y sancionadas debidamente», señala un pronunciamiento Wampí a la opinión pública nacional del 17 de junio último.
Hoy en medio de las atendibles críticas y debates por la reciente aprobación de la Ley 31494 (inconstitucional para algunos) por parte del Congreso y que regula el tratamiento legal de los Comités de Autodefensa y los incorpora al sistema de seguridad ciudadana en zonas urbanas, se haría bien en atender además cada caso específico como el que involucra con urgencia a los Wampís en la selva norte del país.
Cierto es que hay riesgos en la instrumentalización que podría ejercer un gobierno central ─como el actual, afanoso en crear sus «rondas urbanas» en remedo de los colectivos chavistas venezolanos─ y sus satélites subnacionales si se monta fuerzas paramilitares y parapoliciales con fines políticos y autoritarios, de amedrentamiento, soplonaje e intimidación. Antes de que asumiese la presidencia el prosenderista Castillo y su asociado castrista Cerrón, publicamos en este espacio unos comentarios sobre los elevados riesgos de estas pretensiones contra las libertades, especialmente las libertades políticas (ver: «¿Las ‘rondas urbanas’ de Castillo también ‘castigarán’ a los opositores políticos?». 21/7/2021. Expreso).
Pero es innegable que hay contextos específicos de seguridad donde los peruanos tienen que ser coordinadamente empoderados en su propia defensa contra los crecientes nexos del crimen, el sicariato y hasta del terrorismo en algunos puntos críticos del país. La urgencia Wampí es un caso clarísimo de ello.
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