Autodefensas civiles versus delincuentes organizados
La población no debería preocuparse por defenderse directamente de los delincuentes organizados, pero no les queda opción cuando los gobiernos son ineficaces contra la inseguridad. El riesgo enorme es que el desenlace puede provocar bajas civiles y una escalada horizontal (el alcance) como vertical (la intensidad) de los conflictos y de la violencia. Un choque de civiles con grupos criminales crea un escenario distinto a otro de rivalidad entre bandas locales y bandas extranjeras. Era previsible el segundo escenario (inclusive una mayor cooperación o fusión de criminales venezolanos, colombianos y peruanos), pero la desesperada autodefensa ciudadana parece asomar peligrosamente.
Hay quienes celebran la confrontación entre grupos delictivos ya que así se “eliminan entre ellos”. Se creyó lo mismo sobre los grupos extremistas politizados en competencia pensando que ello ponía “a distancia” a la población. No es así. Investigaciones serias detectaron hace tiempo las consecuencias perversas para la población ante la rivalidad de grupos extremistas violentos como los terroristas. Cuando dos o más organizaciones rivales compiten por espacios de poder o por la supremacía, el resultado no va tanto por la vía de la aniquilación mutua sino por la agudización de daños contra la población. Estas rivalidades violentas pueden contribuir a la longevidad de los grupos terroristas participantes (B. Phillips, 2020), a la innovación de tácticas y un mayor reclutamiento.
De otro lado, la violencia del crimen organizado causa muertes y daña las actividades económicas y la calidad de vida de la gente. Hace una década se clasificó 17 conductas violentas a gran escala que afectan a los sectores económicos en México. Si bien en Perú aún no se puede hablar de una situación instalada de “mexicanización” criminal, sí se dan 14 de estos métodos violentos —con menor intensidad— que podrían crecer de no ser neutralizados; sobre todo si penetran la dinámica política nacional.
Hoy sectores de peruanos se organizan para rechazar las extorsiones, defender sus emprendimientos y familias. En el pasado sirvió mucho que lo hicieran contra los terroristas. Fueron cruciales en su derrota sobre todo en áreas rurales. Pero debe tenerse mucha cautela en la inédita coyuntura si la población decide enfrentar la criminalidad en zonas urbanas. La inteligencia operativa policial dio duros golpes capturando a cabecillas del Tren de Aragua. Se obliga a acelerar, energizar su labor para reducir las potenciales confrontaciones.