Juan Javier Bolaños, escritor: «La imaginación decide dónde aterrizar»
¿Cómo influyó tu formación científica en tu incursión en el mundo literario y en la creación de Stop Natale?
Si me hacías esta pregunta al salir de la universidad te hubiese respondido que la proximidad tan íntima que uno desarrolla con el entorno médico es la que de una u otra manera me impulsó a escribir. Era así porque el universo del estudiante de medicina es una especie de ghetto académico que no te deja demasiado tiempo libre y uno cuando acaba es una bomba energética creativa que la mayoría orienta hacia la investigación científica. Ahora que lo veo con perspectiva, escribía y hacía teatro desde pequeño y las circunstancias extremas de la vida durante la carrera, además del caos mental, lograron encaminarse gracias al método científico. Es de estos diversos tentáculos creativos que se nutre la producción de este libro.
¿Qué aspectos de la Navidad te llevaron a explorar una perspectiva crítica en tu obra y cómo crees que estas reflexiones pueden impactar en la sociedad?
Es sobre todo la fascinación que ocasiona en la sociedad una celebración ancestral. Y ojo que no va de la mano solo con una conmemoración eclesiástica si no con un ambiente fraterno que flota por doquier, en los hogares, en las calles y en los bares; excepto en aquellos en los que se juega una final de fútbol. Las personas están más predispuestas a dar, a compartir sonrisas, a quererse ver, a perdonarse. Y eso no se explica solamente por un mero producto comercial. La gente debería preguntarse por qué no se puede ser así el resto del año. Creo que el efecto de la Navidad está presente a lo largo del año más de lo que creemos.
¿Cómo describirías el proceso de transformar tus experiencias de guardia médica en relatos literarios y cómo se reflejan estas vivencias en Stop Natale?
Las guardias son un experimento cotidiano que han creado los hospitales para ver qué resulta de mezclar los conocimientos científicos con el estrés. De ellas, las que usualmente capturaron mi atención fueron las de diciembre y claro, la de Nochebuena; por la sencilla razón de que se rompen las jerarquías entre el personal sanitario y todos están interesados en compartir. Otra de las situaciones que he intentado plasmar en uno de los relatos es el hecho que a pesar que somos uno de los colectivos más importantes de la sociedad, hemos pasado a ser un número, el paciente rima con cliente y cuando te das cuenta que el punto de vista de un futbolista o un youtuber sobre temas de salud pesa más que el tuyo que te has matado tantos años estudiando te dan ganas de mandar todo al diablo.
¿De qué manera la colaboración con la poeta Ana Vera en la presentación de Stop Natale en Perú enriquece la experiencia cultural y literaria que quieres transmitir?
Guardo una gran admiración por los poetas debido a su capacidad de abstracción concentrada en un verso (como si el sabor del ají de gallina cupiera en un cubito de caldo). Desde el punto de vista ecológico, las hojas en blanco quieren más a los poetas que a los narradores. Y desde un punto de vista energético, los teclados también. Tengo la suerte de que me acompañe Ana Vera gracias al querido Juanma Chávez, un escritor de verdad; quien con la generosidad que le caracteriza tendió el puente entre los dos. Contar con una poeta como Ana va a darle esa lectura poética que le falta a este libro.
¿Cómo crees que el arte y la literatura pueden contribuir a generar cambios sociales y conciencia en temas como la solidaridad y la equidad?
Ahora me vienen a la mente dos frases con las que creo que podría responder. Epicteto decía que “solo el hombre culto es libre”, y André Malraux dijo “la cultura hace al hombre algo más que un accidente en el universo”. El arte en general sensibiliza al hombre y es el acceso a la cultura el primer paso para la libertad de pensamiento, para generar una mente crítica; es lo único que puede salvar una sociedad porque te permite ver las injusticias y luchar contra ellas.
¿Qué desafíos enfrentaste al escribir una obra con un enfoque cultural y social, y cómo los superaste durante el proceso creativo?
A priori, Stop Natale pretendía ser un conjunto de relatos enfocados solo a la Navidad. Luego, a medida que crecía fui dándome cuenta que las vivencias navideñas desbordaban los límites del mes de diciembre y transitaban a lo largo de los demás meses del año, de las edades; bien sea en forma humana, animal o futurista. Cuando se escribe, como en cualquier proceso creativo, quizá ese es uno de los desafíos, el autor decide dónde despegar, pero es la imaginación la que decide dónde aterrizar.
Compromiso social
Considero que cualquier creación humana debería tener un compromiso social. No lo digo para que los artistas obsequien sus creaciones. Lo afirmo porque el artista de verdad es el principal protagonista, es el instrumento del cambio. Stop Natale espera ser un granito de arena en ese camino de solidaridad.
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