«Maquinal», cuando la rutina nos lleva al borde de la locura
“Maquinal” habla de la rutina a veces vacía de muchas personas, de la necesidad de sobrevivir a pesar del sinsentido, de los días que pasan iguales, uno tras otro. Días idénticos que parecen salidos de una máquina, hasta que aparece alguien que lo cambia todo y que hace que la rutina gris de todos los días cobre sentido y color.
La obra trata de una joven llamada Hellen (interpretada con mucho nervio por Jely Reátegui) que busca el amor, pero que se pasa la vida, de la casa a la oficina donde trabaja.
Hellen es mecanógrafa en una empresa en la que no encaja, pero en la que encuentra un pretendiente, que, aunque millonario, es detestable. Sin embargo, a la madre de Hellen le gusta este pretendiente, la escena en la que Hellen conversa en el comedor con ella es desgarradora y nos trata de transmitir todo lo que una madre autoritaria puede dañar a un hijo demasiado débil como para remontar sus comentarios pesimistas.
El pretendiente (que no es otro que su jefe, George H. Jones) a Hellen le causa repugnancia, pero decide casarse porque todas las muchachas lo hacen y porque la rutina que lleva la asfixia y la vuelve loca. La madre de Hellen es interpretada por la actriz Cecilia Rechkemmer con gran eficiencia y en el tono indicado. Jely Reátegui logra transmitir toda la impotencia y angustia vital de su personaje, es una artista que trasmite sentimientos con mucha fuerza, pero por algún motivo casi todo el elenco imposta la voz y la engola durante la obra, lo cual hace que algunas escenas que son realmente mágicas en el texto se diluyan cuando son llevadas a las tablas.
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Del mismo modo, utilizan un tono muy elevado de voz en fragmentos que deberían ser íntimos como los del bar o los del apartamento, donde Hellen muestra todo su infantilismo inocente y dulce, pero el personaje de Richard Roe (Nicolás Galindo) no logra ser del todo misterioso ni seductor, a pesar del evidente atractivo del actor. Creemos que es la impostación de voz y las contorsiones del cuerpo que utilizan los actores lo que maltrata algunas partes de la obra. Con un tono de voz más natural, la escena en la que Hellen conoce a Richard (quien llega a ser su amante) sería más sutil y llena de emociones veladas. Por lo demás, el escenario y la iluminación son inmejorables.
“Maquinal” está basada en un hecho real, es la historia de una joven norteamericana, de nombre Ruth Snyder, extrovertida y vivaz, que contrae nupcias con un artista trece años mayor, llamado Albert Snyder, bastante tímido y hogareño en apariencia, pero también violento. Ruth fue la primera mujer en ser llevada a la silla eléctrica en 1928 y fue fotografiada durante su ejecución por un reportero del diario Chicago Tribune, con una cámara diminuta atada a uno de sus tobillos.
En la obra, Hellen Jones (en la vida real, Ruth Snyder) se confiesa ante un sacerdote antes de ser llevada a la silla eléctrica y le pregunta cómo es que los pecados mortales que cometió en vida le dieron libertad y paz. Una paz que siempre quiso alcanzar mientras se asfixiaba todos los días en el metro, rumbo a la oficina, donde no soportaba el ruido atronador de las máquinas de escribir. Curiosamente, la silla eléctrica le trae a Hellen todo el descanso y la libertad por los que suspiró en su corta vida.
“Maquinal”: fecha y hora
“Maquinal”, dirigida por Josué Méndez, se presenta en el Centro Cultural de la Pontificia Universidad Católica del Perú, y va del 4 de mayo al 10 de julio. Funciones de jueves a lunes a las 8 p.m. y domingos a las 7 p.m. Entradas en Joinnus.
Por Evelyn García Tirado
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