Mari Carmen González presenta 'El armario de Noa'
Autora nos entrega una fascinante novela para los más pequeños del hogar donde la magia, la amistad y la importancia de los nobles sentimientos dejarán una huella indeleble en el lector.
Mari Carmen González presenta 'El armario de Noa'.
Mari Carmen González tiene en su haber varios premios literarios en España, como el Certamen 'Ciudad de Arahal', Certamen de relatos 'Cuenta con la discapacidad', además es autora de la novela juvenil 'Isla Mujeres' y 'La niña sin juguetes'.
'El armario de Noa', tu reciente novela infantil, acaba de ganar el X Premio de Novela Altazor, ¿cómo crees que repercutirá en tu futuro literario?
Creo que este premio, además de haberme dado una gran alegría y haberme inyectado una buena dosis de confianza en mí misma, me ha aclarado una duda que me había provocado un parón creativo: voy a continuar escribiendo para el público infantil y juvenil. Varias personas me preguntaban para cuándo una novela para adultos, y esto hizo que me planteara el cambio. Hasta estaba madurando una idea, y quizás este reconocimiento ha llegado en el momento justo. Me ha ayudado a darme cuenta de que quiero seguir escribiendo para niños y adolescentes, y quiero hacerlo a mi forma: sin mensajes pautados, sin intentar dar lecciones y guiándome por mi intuición y mis sentimientos.
Noa es una niña con mucha curiosidad y fantasía, ¿cómo fue el proceso de creación del personaje?
En realidad, fue muy fácil. Noa, su familia, sus amigos y amigas, sus profesoras del colegio e incluso el personal de la biblioteca son personas reales y que forman parte de mi vida. Evidentemente, no he reflejado sus personalidades fielmente, solo me he inspirado en ellas. No obstante, observarlas y escucharlas me ha ayudado a darles forma y me ha divertido mucho ponerlas en algunas situaciones concretas. Normalmente sufro escribiendo, ya que soy muy perfeccionista, pero en este caso me lo pasé genial.
De pequeña viviste alguna fantasía como Noa, recuerdas algún hecho que se pueda relacionar con tu personaje.
El personaje de Noa no comparte casi ningún rasgo con mi carácter. De niña no era tan valiente como ella. Yo siempre he sido muy tímida. En mi habitación también había un armario de puertas blancas, pero todas las noches, antes de acostarme, las cerraba bien porque me daba mucho miedo que saliese un monstruo de él. Incluso creía ver sombras y siluetas difusas que me miraban. Las sentía. Mis miedos eran muy poderosos. Lo de soñar con ser escritora llegó más tarde, pero siempre creí que no tenía imaginación.
Crees que la educación escolar cumple sus roles de aceptación hacia las personas especiales
Creo que el sistema actual continúa sin estar preparado para la inclusión de personas con necesidades especiales. Falta personal especializado. En una clase con veintitantos niños y niñas, no podemos pretender integrar a críos que precisan una atención continua, contando solo con un profesional de apoyo. Para que la inclusión sea real y justa es necesario que el número de alumnos por clase sea acorde con el de educadores a su cargo. Los maestros y maestras no tienen súper poderes, y no se les puede exigir que cumplan unos objetivos sin darles las herramientas y el apoyo necesarios.
Cuán importante es para Noa la amistad que le brindan los peluches salidos del armario
Esos peluches están inspirados en los nahuales de la cultura mesoamericana. Para Noa suponen un despertar interior, que yo he querido hacer visible a través de esos amigos que le iban regalando parte de ellos mismos, y de ese modo ayudarla a comprender los mensajes que querían transmitirle. Me pareció bonita la idea de usar un armario como reflejo de nuestra alma, que puede estar llena de monstruos, pero también de amigos que nos muestran dónde reside nuestra fortaleza para superar los miedos e inseguridades que todos tenemos.
¿Cómo conseguir la confianza familiar, compartir los secretos más profundos con los padres?
Es complicado, y creo que tiene mucho que ver con el carácter de cada persona. Sin embargo, es necesaria la comunicación con nuestros hijos y que, al igual que les contamos nuestros sueños y metas, no escondamos nuestras debilidades y temores. Que vean nuestros fallos y nuestro esfuerzo por superarlos. Que seamos ejemplo de humildad y pidamos perdón cuando nos equivoquemos. Que nos revelemos como el espejo en el que quieran verse reflejamos. Pero también es muy necesario, primordial diría yo, poner límites. Que les guiemos y les mostremos que los actos tienen consecuencias, y que estas serán parte del camino por el que transcurrirán sus vidas.
Los niños ven el mundo con otros ojos, ¿un monstruo puede ser un gran amigo para ellos?
Ningún niño nace creyendo en monstruos feos y malos. Somos los adultos quienes vamos dando forma a esos monstruos según lo que queramos transmitirles. Cuando yo era niña nos acribillaban con el hombre del saco, las brujas y los espíritus malignos. Ahora, por suerte, educamos de otra forma. En algunos aspectos mejor y en otros peor, pero en eso creo que hemos mejorado bastante. Que cada niño se invente el monstruo que más le guste. Monstruos de colores que se adornen con hebillas de purpurina y que jueguen con cochecitos en miniatura. Nada es imposible donde reside la magia.
Por Willy del Pozo
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