Martín Molina: «Con el arte sanamos heridas y entendemos el mundo»

Maestro del mundo de los títeres nos cuenta cómo se inició en un oficio que lo ha llevado a recorrer el mundo.

Diario expreso - Martín Molina: «Con el arte sanamos heridas y entendemos el mundo»

Martín Molina estudiaba Psicología en la Universidad de San Marcos (UNMSM), así, mientras seguía sus estudios superiores, le tocó trabajar con los títeres de forma “casi fortuita”, descubriendo una pasión que con el pasar del tiempo terminó siendo su medio de vida.

Háblame de tu trabajo como titiritero.

En el arte de los títeres yo me inicié mientras estudiaba Psicología en la Universidad de San Marcos, allí, en un curso de la carrera, me vi envuelto en el mundo de los títeres y era algo a lo cual yo me negaba, pues veía a los títeres como algo para niños y así tuve mi primer encuentro con los títeres que terminó siendo muy gratificante y me permitió reconectarme con la parte lúdica, de la cual me estaba desconectando.

¿Cuán importante es la parte lúdica para el desarrollo del ser humano?

Esa pregunta tiene una gran connotación, ya que los seres humanos lo primero que hacen es jugar, así jugando los seres humanos conectan consigo mismos y nos interrelacionamos con el mundo, pero las exigencias del día a día nos van alejando de nuestra parte lúdica. Ahora el jugar aporta mucho al sosiego, a la sociabilización y también el jugar es importante, por el uso bonito del tiempo.

¿Recuerdas con cariño tu primer contacto con los títeres?

Me daba mucha vergüenza el tema de los títeres, empezando por que soy muy tímido, luego no había tenido mayor experiencia con las artes y el prejuicio que tenía de que el arte de los títeres era una actividad infantil, así mi primer contacto con los títeres fue a la fuerza se podría decir, sin embargo, cuando estuve en el terreno de los títeres, lo disfruté mucho, entonces tuve una puerta de entrada al mundo del arte, luego descubrí que este oficio podía ser mi fuente de ingresos, recuerdo que era estudiante y trabajaba en todo lo que podía. De tal manera que con un amigo de la universidad hicimos un grupo e íbamos a los colegios a ofrecer las funciones, cobramos un monto muy pequeño, pero ello nos sostenía, así descubrí que podía ganar dinero y luego ya estando en el mundo de los títeres me vino la necesidad de aprender, siempre preguntándome qué más podía haber y caí con mi primer maestro que es Felipe Rivas Mendo, entonces recibí mucha información de lo que eran los títeres y me apasioné por completo.

¿Los títeres son un juego solo para niños?

Los títeres para niños son un fenómeno cultural muy reciente en la larga historia de los títeres. Los títeres tiene un origen milenario, así el vestigio más antiguo de los títeres que se ha encontrado es un tallado en un colmillo de mamut, que se ha encontrado en la localidad de Brno, en República Checa, y tiene una antigüedad de 26 mil años, hablamos del Paleolítico superior, eso para que te des una idea de la antigüedad de los títeres, ahora los títeres también han estado asociados a usos rituales y no eran algo para niños, ya luego vinieron los teatros populares que tampoco estaban dirigidos a niños. Así los títeres estaban más relacionados con lo transgresor e irreverente que se hacía en las calles, aunque también había una línea de títeres para sectores más pudientes, pero tampoco ello estaba pensado en los niños, la connotación infantil de los títeres llega en el siglo XX, pero ahora los trabajos que los titiriteros hacemos, los hacemos pensados en la familia.

¿También un teatro de títeres pensado en historias de terror?

Con los títeres podemos hacer todo, cualquier escenificación o contenido, si hablas de algo de terror te puedo decir que en uno de mis viajes a Francia, vi un trabajo coreano de terror muy fuerte, casi como una película. Así con los títeres también podemos trabajar contenidos para adultos, también podemos trabajar contenidos poéticos que pueden resultar muy densos, también podemos trabajar contenidos filosóficos o políticos, también se puede trabajar contenidos eróticos, los títeres están dirigidos a cualquier tipo de público.

¿Qué fue lo que tú desarrollaste con los títeres?

El arte en general nos desarrolla como seres humanos, así el arte es inherente a la especie, en mi caso yo no tuve mucho contacto con el arte de niño, tampoco de adolescente, así cuando me encontré con los títeres, tuve una experiencia fundamental, para ser lo que soy ahora. Los títeres me han permitido conocerme, me han permitido entenderme porque no es agarrar un muñeco y moverme graciosamente, el títere es algo mucho más profundo, el arte en general es profundo y te permite sanarte de las heridas que tenemos abiertas; el encuentro con formas sensibles te permite ver y entender de otra manera el mundo que nos rodea. Ahora los títeres me han permitido encontrar una opción laboral que me gusta, el arte es mi trabajo y yo vivo para esto.

Me dices que el arte permite sanar heridas, ¿cómo?

Sí, definitivamente, porque permite un tipo de conexión que va más allá, así el arte hace una conexión con la parte sensible, el hombre se va trabajando con el arte a través de una retrospección, ahora el encuentro con el público es también una experiencia muy profunda que nos llena de sentires, así el ser humano se va moldeando con el arte y no me refiero solo a los títeres, sino a todo tipo de arte.

¿Cómo construiste a Amadeo, tu alter ego?

Amadeo nace como un narrador de historias, un presentador. Amadeo es un títere que presenta la mayoría de obras, salvo algunas que son más largas y tienen una propuesta más contemplativa. Los títeres tienen una propuesta más interactiva, donde se conversa con el público. Con mi personaje Amadeo sensibilizo al público, con una dinámica muy especial.

Premios

Premios no muchos, he ganado un premio de adaptación dramatúrgica con el que hice Shury, ahora con esa misma obra mi grupo logró un premio en Malasia a mejor creación artística, y con ‘Cholito en los Andes’ gané un premio iberoamericano; también he ganado concursos de estímulos de financiamiento.

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