Matilde Gamarra: “Hay que ver el odio como otra forma de amar”

Matilde Gamarra, hablemos de “Fantasmas en las nubes”. ¿Qué significado tiene el “mediodía dorado” en tu poemario y cómo representa un estado emocional particular?

En un mediodía de verano, cuando el sol está en su esplendor, el sol y las nubes blancas, el yo poético los asume como indicio que se debe vivir el momento, el presente, y no pensar en el futuro.

En el poema “La ciénaga”, mencionas la indiferencia como una forma de muerte. ¿Podrías explicar cómo llegaste a esta conclusión?

“La ciénaga” trata sobre que cuando el amor termina, no surge el odio… porque el odio es otra forma de amar. El antónimo del amor vendría a ser la indiferencia, pero, contradictoriamente, esa indiferencia no da tranquilidad, sino oscuridad.

La relación con el mar aparece recurrentemente en tu obra, como en el poema “Marinas”. ¿Qué simboliza el mar para ti en este contexto?

Para todos los que hemos nacido en la costa, el mar siempre está presente en nuestra vida, así no lo veamos sabemos que está allí. Y si vamos a una playa, el mar nos “habla” por medio de las olas.

“La noche” y “Realidad” exploran sentimientos de tristeza y nostalgia. ¿De qué manera consideras que estos estados emocionales influyen en la voz poética de tu libro?

En “La noche”, el descanso nocturno no es apacible, sino que trae consigo la tristeza, que aconseja que la única manera de que se aleje es el llanto. La noche como sinónimo de llanto, de sufrimiento. En “Realidad”, las fotos del pasado no nos traen esa felicidad que existió en el momento en que fueron tomadas, sino que ya ajadas por el tiempo transcurrido, constituyen la tristeza del presente.

En “Cartas para la madre”, te refieres a la figura materna desde una perspectiva muy íntima. ¿Qué rol juega la ausencia en la construcción de tu poesía?

Empiezo diciéndote que “Cartas para la madre” no son autobiográficas. Como todos los poemas que aparecen en el poemario, son ficción. El poeta, en mi caso la poeta, se inspira en casos que de hecho suceden en la realidad: la madre fallece y la niña, que es su hija, tiene dudas sobre su origen que ya no podrán ser aclaradas.

Ahora, abordemos “The Future”. El libro menciona el inicio del fin del planeta Tierra en 2020. ¿Cómo interpretas el papel del ser humano en la aceleración de este proceso?

En este momento, que respondo a tus preguntas, hay flotando en altamar una isla enorme de desechos: botellas de plástico, ropa, y todo lo que inconscientemente muchos seres “humanos” arrojan al mar porque lo ven como un basurero y no piensan que llegará el día en que la Tierra reaccionará convirtiéndose en un planeta muerto.

En la sección donde hablas de la pandemia, haces una reflexión sobre cómo los sentimientos negativos se apoderaron de la humanidad. ¿Cómo influyó este período en la creación de esta obra?

Si bien la mayoría de los relatos fueron creados durante la pandemia del covid, esta no los influyó.

En uno de los textos hablas de un mariachi recorriendo los barrios como símbolo del fin del mundo. ¿Qué representa el mariachi en este contexto?

Es que, en la pandemia, aún después del confinamiento obligado, la gente no salía de sus casas por temor al contagio o porque ya se había acostumbrado, pero había que trabajar. Y, así como los establecimientos de venta de alimentos atendían, surgieron grupos de músicos que recorrían los barrios para alegrar a los vecinos, entre ellos mariachis que, como se dice, pasaban el sombrero para cobrar su servicio.

En el libro, mencionas las calles como “ríos de fango profundo”. ¿Cómo ves la división social reflejada en esta imagen poética?

Nuestras sociedades, en todos los países, están divididas pues, en ricos y pobres, en muy ricos y en muy pobres, y el “fango profundo” es la metáfora de esa división.

La risa y la tristeza se describen como privilegios y realidades opuestas. ¿Cuál es tu perspectiva sobre la desigualdad emocional en tiempos de crisis, como se presenta en el libro?

Creo que no es posible que las crisis no afecten a todos. Habrá gente que compre alegría con dinero; a otra gente la tristeza le llega gratis. Pero la rabia está ahí, presente, como en el relato “Una ‘puta’ sin suerte”.

Matilde Gamarra

Narradora y poeta, licenciada en Educación con especialidad en Castellano y Literatura por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Ha trabajado como editora en el Diario La República y en la revista Butaca del CCSM, además de ejercer como correctora de estilo. Entre sus obras destacan los poemarios “Las luces apagadas” (1997), “Fantasmas en las nubes” (2024), y las novelas “Los límpidos colores” (2017) y “Rosita Campos Silva va a la escuela” (2022), así como la colección de cuentos “The Future” (2024).

Más sobre Matilde Gamarra

LO MEJOR DE CULTURAL: 

Mauricio Montoya, escritor: “La literatura permite recuperar historias olvidadas”

Fernando Guembes: “Arquitectura limeña es un legado de arte”

Iván Fernández Dávila: “Hay que ver el arte como una sensación de libertad”

Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, X, Instagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.