Poeta Eduardo Chocano: «La filosofía me enseñó a que no todo es lo que parece»
El joven escritor conjuga el rigor de la filosofía y el derecho, carreras que estudia, con la magia insondable de la poesía.
Poeta Eduardo Chocano: «La filosofía me enseñó a que no todo es lo que parece».
Una conversación con Eduardo Chocano, un joven escritor que conjuga el rigor de la filosofía y el derecho, carreras que estudia, con la magia insondable de la poesía.
¿Qué te llevó a estudiar derecho y filosofía, y cómo crees que ambas disciplinas influyen en tu escritura poética?
Originalmente, iba a estudiar filosofía. Sin embargo, al analizar que la filosofía es una rama que en lo personal apoya mucho para complementar otras ramas del conocimiento, vi conveniente estudiar primero derecho y complementar su estudio con la filosofía.
Respecto al derecho, es una rama con muchas variantes. De las cuales, me interesan el derecho constitucional, gestión pública y arbitraje. Es así que la filosofía me permite cuestionar los contenidos de esta rama y siempre buscar debatirlos.
Es así que lo aprendido en estas ramas del conocimiento forma parte de mi vida, lo cual se ve reflejado en mi escritura. La formalidad del derecho y el vocabulario que esta carrera otorga se observa en mis textos cuando utilizó palabras no cotidianas o cuando agrego con ironía términos legales como nulidad total o parcial. Asimismo, la filosofía me enseñó que no todo es como parece. De tal modo que me permite mediante mi poesía y narrativa generar dudas en quien los lea.
En tu libro “El Café de Cada Mañana”, abordas temas profundos como la duda y el dolor. ¿Dirías que son temas que se entrelazan con tu vida académica y profesional?
Totalmente, la duda es algo permanente. Como le digo a mis amigos, el hombre está castigado o premiado por siempre dudar. Entonces, busco reflejar las dudas que tengo en lo que escribo, sea tema legal, literario o político. Si logro que el lector cuestione algún aspecto de su vida leyendo lo que hago, me puedo sentir contento.
Por otro lado, el dolor es otro aspecto constante en mi escritura. El dolor puede tomarse como un motor de movimiento. Uno vive escapando del sufrimiento, por ello es que cuidamos la salud, nuestras amistades, el empleo y la pareja. Sin embargo, el dolor no siempre resulta malo ya que el comentarlo y hacerlo notar permite que uno sepa que hay personas que pueden aquejarse por algo similar, de este modo nos sentimos comprendidos.
Has publicado tanto artículos académicos como poesía y cuentos. ¿Cómo manejas el cambio de registro entre escribir para un ámbito académico y la escritura creativa?
Se puede decir que me pongo en persona. Para el tema académico me concientizó previamente que las figuras literarias y el sentimentalismo no será mi eje. Por el contrario, en lo académico debo ser conciso, directo y plantear bien mi objetivo de tal modo que todos puedan comprenderlo directamente.
En la literatura, busco lo contrario: quiero que mi mensaje dependa de quien lo lea. Quiero causar dudas constantes, reflexiones y hasta confusiones en su lector. De tal modo que el cambio de ámbito de escritura me lleva a pasar temporadas donde solo leo artículos, libros y demás contenidos académicos, en las cuales mi producción literaria es mínima. Mientras que, cuando ando escribiendo sobre literatura me termino alejando de la vida académica.
En el poema “Dudar”, mencionas la “maldita duda metódica”. ¿Cómo es que la poesía te permite abordar estas temáticas tan universales, pero que cada uno experimenta de forma tan personal?
Ese poema es uno de mis favoritos del libro de hecho. La duda metódica es un término muy conocido de la filosofía de René Descartes. El dudar de todo lo que estoy dudando es una expresión que por lo menos una vez en su vida escuchó cada persona. Por lo que partiendo de esta idea general lo llevé a su aplicación en mi vida.
El filósofo es alguien caracterizado por dudar de todo. Como mencione anteriormente, el dudar puede verse como un premio o un castigo. En este poema, esa expresión refleja esta segunda visión sobre la duda constante.
¿Qué rol juega el utilitarismo en tu vida diaria y cómo se refleja esto en tu poema “Dolor”?
Es parte de la guía para mi vida, en lo personal no sigo solo una forma filosófica de ver la vida. También sigo conceptos del estoicismo y del cinismo. Pero, retomando lo anterior, el utilitarismo brinda la idea base de buscar el placer y alejarnos del sufrimiento.
Esta idea la practico constantemente al esquivar todo aquello que pueda hacerme daño y buscar lo positivo. Claro está que por esta idea me han dicho vago o flojo múltiples veces. Sin embargo, me brinda una tranquilidad en la forma que vivo y me funciona.
El agradecimiento de Eduardo Chocano
En “Quiero que leas esto”, tratas el tema del recuerdo y el agradecimiento hacia alguien del pasado. ¿Es esta una experiencia personal directa que inspiró el poema, o es más una exploración general del tema del desapego y la gratitud?
El poema “Quiero que leas esto” representa por qué empecé a escribir el libro. Es, como mencionas, un agradecimiento a una persona muy especial en mi vida. Fue alguien que me enseño y apoyó en ese tránsito de la pubertad a la adultez temprana en la que me encuentro. De tal modo que ese poema representa que, aunque ya no seamos tan unidos como antes y su vida ya no se entrelace con la mía, que sepa que a quien conoció en ese entonces está logrando las metas que tenía planteada en dicho momento.
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