El sur es un polvorín

Arequipa ha sido tomada en forma violenta por activistas de construcción civil con banderas rojas, y antimineros del Valle de Tambo con banderines verdes.

El desborde de los conflictos sociales del sur ha estallado en Arequipa y se llama Tía María. El pretexto es que el Gobierno del presidente Martín Vizcarra debe viajar a la Ciudad Blanca llevando la resolución que cancele la licencia de construcción otorgada a la minera Southern Copper Corp. para la ejecución del proyecto minero de Tía María.

Es un reclamo que ha unido a toda la región, y a la cabeza de este movimiento se ha puesto el gobernador regional Elmer Cáceres Llica, quien representa a una izquierda no partidarizada que ha recibido el apoyo del movimiento antiminero del Valle de Tambo, cuyo símbolo son los banderines verdes, y de la Federación de Trabajadores de Arequipa, con el sindicato de construcción civil a la cabeza, que blandía banderas rojas en la paralización que empezó ayer.

El primer día de huelga ha sido contundente. Los piquetes de los hombres del andamio han bloqueado las vías más importantes de la ciudad, como las avenidas Mariscal Castilla, Del Ejército, el puente Añashuayco, ubicado en Cerro Colorado, en el cono norte de la ciudad y todas las salidas, incluido el aeropuerto Rodríguez Ballón, ya sea con destino a Lima u otras regiones de la costa, y en dirección a Puno y Cusco.

El trabajo se dividió con los activistas antimineros de las banderas verdes, como se ha podido observar en el estratégico cruce  de vías de la Panamericana Sur a la altura del kilómetro 48, impidiendo la circulación de todo tipo de vehículos con destino a Lima, Moquegua o Tacna, afectando en forma letal contra el turismo creciente de la región arequipeña.

Los desmanes se observaron este lunes en toda la ciudad, en especial en los alrededores del céntrico mercado de San Camilo, obligado en forma violenta a los comerciantes a cerrar sus establecimientos, con destrozos, como también se observó en el complejos de malls y supermercados de la avenida del Ejército, rompiendo vidrios y equipos de servicios informáticos.

En tales circunstancias obviamente que cerraron otros mercados grandes de la ciudad, como el Andrés Avelino Cáceres y Río Seco en Cerro Colorado.

En medio de este cuadro de tensiones, porque obviamente hay un sector de la población que no comulga con la plataforma antiminera de la huelga, se observó a reservistas, al parecer  ligados a Antauro Humala, hacer un simulacro de fusilamiento al presidente Martín Vizcarra, con armas de fuego llevadas para la ocasión, nada menos que en plaza de armas de la ciudad, con aplausos u hurras de los asistentes.

Los actos de violencia lo protagonizaron los piquetes ligados a la Federación Departamental de trabajadores, con activa presencia del sindicato magisterial Sutep, manejado por Patria Roja, que garantizó la paralización estudiantil.

Asimismo, los grupos procedentes del Valle de Tambo, liderados, entre otros, por el dirigente Miguel Meza, quien dijo a periodistas que cuentan con el apoyo de organizaciones de Moquegua, sin descartar a Puno y otras regiones del sur, en perspectiva de ampliar la protesta con un sello “macrorregional”.

GOLPE AL TURISMO

Las pérdidas económicas diarias han sido calculadas en 13.8 millones de dólares, según la Cámara de Comercio e Industria de Arequipa (CCIA), siendo el más afectado el turismo, en pleno mes de aniversario de la región, toda vez que la fundación de la ciudad fue un 15 de agosto de 1540. En dicho sector se prevé la cancelación del 30 % de paquetes turísticos.

A lo anterior se suma que “la paralización afectaría a 129,399 empresas arequipeñas, de las cuales 128,667 son micro y pequeñas empresas, vinculadas principalmente a actividades de comercio y servicios”, cita la agencia oficial de noticias.

El desabastecimiento y sobrecostos en combustibles y alimentos de primera necesidad en perjuicio directo de más de 300,000 familias de la región serían otras consecuencias de la algarada, amén de la suspensión de labores escolares y académicas, afectando a más de 370,000 escolares y más de 49,000 estudiantes universitarios.

De nada valen en tales circunstancias los llamados a la reflexión que hace la Cámara de Comercio y su pedido de búsqueda de diálogo y entendimiento para alcanzar “consensos y acuerdos tangibles en beneficio de la población”.

PARALELOS ODIOSOS

Y es que, como sucede en Lima con el presidente Martín Vizcarra, que a falta de resultados en gestión –sobre todo económica– decidió aprovechar el rechazo que causa el Congreso en la población, así, en Arequipa, el gobernador Cáceres Llica ha encontrado en Tía María el caso que lo catapultará políticamente, aun a costa de quitarle autoridad al Presidente de la República.

Observadores y analistas arequipeños consultados por EXPRESO afirman que Cáceres Llica apenas ha llegado en la actualidad al 24% de ejecución de gasto presupuestal y que no puede exhibir ninguna obra o proyecto gravitante que haya empezado en su mandato.

En su administración se pensaba que podría ser la inauguración de la vía de entrada a la ciudad llamada variante de Uchumayo programado el 15 de agosto, y hasta pintaron murales con ese anuncio. Pero todo fue un bluff porque recién han descubierto que la citada vía no tiene drenaje, por lo que están rompiendo la pista para remediar esa falla.

A falta de gestión, como hace Vizcarra con los gobernadores regionales, Cáceres Llica selló una sólida alianza con los alcaldes distritales y provinciales de Arequipa, teniendo como programa máximo y mínimo la cancelación del proyecto de Tía María. A lo anterior se agrega la revisión de la Ley de Minería y de concesiones, propuestas que obligó a tomar en cuenta a Vizcarra en su última visita a la ciudad del Misti.

Esta es, reiteramos, la plataforma política de Cáceres Llica y sus alcaldes. Pero hasta en este detalle hay un doble discurso del personaje que nos ocupa. Recordemos que hace pocos días anunció con bombos y platillos que había anulado el derecho de servidumbre por 49 hectáreas de tierra a Southern, tal como lo “demandaban los ciudadanos de Arequipa”.

Sin embargo, este hecho generó desconcierto al conocerse que también había entregado cerca de 14 hectáreas a otras empresas vinculadas a la minería ilegal por un periodo de 20 años.

“Nosotros no somos antimineros, Tía María va a destruir el Valle del Tambo, las otras mineras están en zonas que no se perjudica la agricultura. No son minería ilegal, son empresas que presentaron sui trámite documentarios y si hay reclamo de la población y si hacen daño ecológico se le cancela la servidumbre”, indicó en su descargo.

Recordemos que Tía María es un proyecto de explotación y procesamiento de cobre, ubicado en el distrito de Cocachacra, provincia de Islay, región de Arequipa. Como es público, el proyecto contempla una primera etapa en La Tapada y una segunda en Tía María, a tajo abierto, con una inversión superior a US$ 1,000 millones.

ÓSMOSIS INVERSA

El problema fue delicado cuando se pensaba usar agua del río Tambo para dicho proyecto, pero ante la negativa de los productores agrarios, Southern propuso construir su propia planta de desalinizadora para tratar agua de mar mediante la técnica de la ósmosis inversa.

Los dirigentes nunca entendieron ese cambio e insistieron, junto a las ONG ambientalistas, que persistía el problema del tajo abierto, como si fuera imposible compatibilizar las actividades minera y agraria, como sucede en todo el mundo.

Para no ir lejos, desde 1970 se explota, a pocos kilómetros de Arequipa y al costado del valle de Uchumayo, la mina Cerro Verde, es decir hace más de 40 años, y a nadie se le ha ocurrido que la agricultura de la zona haya sido contaminada.

De forma que hay viejos antecedentes más que cercanos geográficamente hablando. El problema, según el jurista y analista Jorge Sumari Buendia, es que “Southern tiene mala imagen y pésimos antecedentes, y de eso se valen quienes actualmente usan políticamente el caso Tía María. Hay que congelar por ahora ese proyecto, porque en las actuales circunstancias es inviable”, señaló.

“No es que no se pueda imponer el principio de autoridad, pero sería a un costo político muy alto”, añade.

En ese reino de incomprensiones es que reina Cáceres Llica, en una ambiente en que no hay partidos políticos que contrarresten, sobre todo desde la derecha y el centro, esta corriente antimera y en pro de una minería responsable, como hay en los países vecinos de Chile, Bolivia, Ecuador y Colombia, donde las izquierdas han sido impulsoras de su minería.

Mandíbula fracturada

No obstante lo violento de las manifestaciones en Arequipa, solo se reportó un herido grave. Se trata del ciudadano Edgar Michael Ríos Ballón (51), quien sufrió una fractura en la mandíbula producto de una pedrada que le cayó en el rostro, en circunstancias en que se trasladaba con su hija en el cruce de La Marina con la calle 28 de Julio del Cercado, informó la prensa local.

Ojo con Quellaveco

La ofensiva contra Tía María y a minería responsable ahora amenaza al yacimiento de Quellaveco ubicado en Moquegua, donde los antimineros exigen su cancelación. Y avanza por Puno con la decisión de Walter Aduviri de impedir la explotación de los ricos yacimientos de litio descubiertos en Macusani. De allí va a todo el corredor minero del sur hasta Las Bambas, en Huancavelica.

Castrochavismo y ataques a los partidos

Los partidos políticos no solo en Arequipa sino en todo el sur han sido satanizados, en especial el fujimorismo y el aprismo. Para analistas internacionales, como Francisco Tudela, asistimos en el sur peruano a un juego geopolítico de influencia del castrochavismo que lidera Evo Morales y que ha conseguido, no solo con Walter Adurivi, gobernador de Puno, sino con el mismo Martín Vizcarra, acuerdos para gasificar el sur peruano con gas boliviano.

Ese es apenas la punta de iceberg de una eventual ofensiva mayor de contornos geopolíticos continentales. Revistas importantes como Infobae de Argentina han dado cuenta que el castrochavismo acecha al Perú hace rato, pero no lograron establecer un régimen como los de Ecuador con Rafael Correa, Bolivia con Morales y Venezuela con Hugo Chávez y Nicolás Maduro.

“Lo que sí consiguió el castrochavismo en Perú fue envolverlo en la corruptela de Odebrecht y del lava jato que causó la caída del Presidente Pedro Pablo Kuczynski”, señala Infobae el 15 de octubre de 2018.

De ese tiempo a esta parte, mucha agua ha corrido bajo los puentes, como vemos en la actual ofensiva vizcarrista contra la oposición y sus partidos políticos.

“La destrucción de la democracia en Venezuela, Ecuador, Bolivia, Nicaragua y los intentos en Argentina, Brasil y otros países siguieron la agenda que ahora recorre el Perú. Atacan el sistema de partidos políticos, terminan con liderazgos que satanizan como tradicionales, hacen explotar la confianza en las instituciones, dinamitan el prestigio de la democracia y luego con manipulación populista cambian la constitución y anulan el Estado de derecho”, señala en dicha publicación Carlos Sánchez Berzain, abogado y politólogo, que es director del Interamerican Institute for Democracy.

Cualquier parecido con la realidad del considerado tonto útil de Palacio no pareciera ser mera coincidencia.

POR: PLINIO ESQUINARILA

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