Cluber Aliaga: “Primera ministra miente de manera descarada”
El Gobierno quiere responsabilizar, de todas formas, a la Policía Nacional como la asesina de Bryan Pintado e Inti Sotelo. Ministro renunciante no comparte esa versión.
Para entender la conducta del Gobierno con relación a la Policía Nacional del Perú (PNP) hay un hecho que lo pone al descubierto: la exposición del exministro del Interior, Cluber Aliaga, en la sesión de la Comisión de Justicia de este lunes, con un mensaje claro: que no habrían sido los agentes de la PNP los que terminaron con la vida de los jóvenes manifestantes Inti Sotelo y Bryan Pintado aquel fatídico 14 de noviembre de 2020, día de las violentas movilizaciones que terminaron con la renuncia de Manuel Merino de Lama a la Presidencia de la República.
Claro que esta “narrativa”, incluidas las pruebas visuales y gráficas de la violencia desde el lado de la llamada “generación equivocada”, o la afirmación tajante de que la Policía hace años que no usa perdigones de plomo para disuadir manifestaciones, colisionaba con la verdad oficial de que han sido policías los asesinos, esto sin que las investigaciones hayan concluido, amén de que esta versión del Gobierno era aceptada y reforzada por entidades como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la ONG Amnistía Internacional.
El detalle de la cantidad de heridos de la PNP, especificando las lesiones en forma prolija; la agresión a una mujer policía, incluyendo el papel de los azuzadores, todo con apoyo de fotografías inéditas y videos, incluso de un extranjero, terminaron por sacar del quicio a los nuevos inquilinos de Palacio, pero en especial a la jefa de la PCM, Violeta Bermúdez, derechohumanista y feminista confesa.
Si a esa “narrativa oficial” que corría el riesgo de desmoronarse sumamos el tremendo malestar que sigue arrastrando la poda de la alta oficialidad por parte del exministro Rubén Vargas, tendremos el cuadro completo que explica la renuncia digna del ahora exministro Cluber Aliaga que apenas duró 5 días en el cargo.
Hay una versión que asegura que a este personaje le pidieron que asumiera esa papa caliente de la titularidad del sector Interior después de la renuncia de Vargas, porque necesitaban a la hora undécima un gabinete completo para ir al Congreso para el voto de confianza.
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