APEC 2024: Bienvenidos al Perú, un país con vocación minera
Actividad extractiva es uno de los pilares fundamentales de la economía nacional al generar empleo y desarrollo en zonas andinas y rurales.
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El Perú, país de rica historia y tradición minera, da una cordial bienvenida a los líderes e inversionistas de las 21 economías que participan en la Cumbre APEC 2024, que se realiza en nuestro país. En este marco, invitamos a explorar las oportunidades que ofrece nuestra nación, orgullosa de su potencial minero y de su compromiso con el desarrollo y la sostenibilidad global.
Desde la llegada de los exploradores españoles, se destacó el notable desarrollo que habían alcanzado las civilizaciones prehispánicas en diversas áreas, incluida la minería. Los incas demostraron un dominio excepcional sobre metales como el oro, la plata y el cobre, no solo por su utilidad práctica, sino por su simbolismo en su cosmovisión. El oro, asociado al sol, y la plata, a la luna, eran materiales valiosos que reflejaban la relación entre el hombre, la naturaleza y el cosmos. Hoy en día, estas mismas montañas en nuestra cordillera andina albergan uno de los yacimientos minerales más extensos del planeta, convirtiendo al Perú en un país privilegiado en recursos mineros y energéticos.
Una apuesta por la minería sostenible
La minería es uno de los pilares fundamentales de la economía nacional, generando empleo y desarrollo en zonas andinas y rurales donde otras actividades enfrentan mayores dificultades para sostenerse. Sin embargo, el Perú no solo busca aprovechar sus recursos minerales de manera intensiva, sino que también apuesta por una minería que integre prácticas sostenibles, que respete el medio ambiente y contribuya al bienestar de las comunidades, mayormente dedicadas a la agricultura, proveyéndoles de agua y energía suficientes para su desarrollo.
En el contexto actual, marcado por una creciente demanda global de minerales esenciales para la transición energética, el Perú tiene una oportunidad única. Aprovechar esta coyuntura significa no solo extraer minerales, sino también fortalecer la infraestructura nacional mediante la construcción de plantas de refinación que maximicen el valor de nuestros recursos. Actualmente, cerca del 70 % del mineral exportado sale del Perú en forma de concentrado sin procesar, lo que representa un costo significativo y una pérdida de valor que el país podría retener con la creación de grandes plantas de refinación, sumando hasta 15,000 millones de dólares anuales en exportaciones de alto valor.
Potencial transformador de las plantas de procesamiento para la pequeña minería
Fortalecer la minería formal y tecnificada es un objetivo estratégico que permitiría al Perú no solo aprovechar al máximo sus recursos, sino también formalizar a miles de pequeños mineros que actualmente operan en condiciones informales. Desarrollar una red de plantas de procesamiento beneficiaría de manera directa al país en aspectos económicos, sociales y ambientales, tales como:
Reducción de la contaminación ambiental: Las tecnologías avanzadas de procesamiento permiten minimizar el uso de sustancias tóxicas como mercurio y cianuro, protegiendo así el suelo, el agua y el aire y mejorando la calidad de vida de las comunidades cercanas.
Cumplimiento de normativas y mejor fiscalización: La centralización de actividades de procesamiento facilita la supervisión estatal y garantiza el cumplimiento de normativas ambientales y laborales, promoviendo condiciones seguras y legales para los trabajadores.
Optimización de recursos y recuperación de metales: Las tecnologías modernas aumentan la recuperación de metales valiosos, reduciendo el desperdicio y maximizando el aprovechamiento de los recursos. Actualmente, la minería artesanal puede perder hasta un 40 % del contenido metálico debido a métodos rudimentarios de procesamiento.
Eliminación del falso flete y reducción de pérdidas económicas: Hoy, el Perú pierde miles de millones de dólares en metales valiosos exportados como material estéril. La creación de nuevas plantas de refinación permitiría recuperar estos elementos, reduciendo el falso flete y aumentando el valor de las exportaciones.
Formalización y beneficios sociales: El acceso a plantas de beneficio formaliza las operaciones mineras artesanales, brindando acceso a seguridad laboral, cobertura social y oportunidades de desarrollo a largo plazo para los trabajadores y sus familias.
Trazabilidad y responsabilidad social: La minería formal facilita la trazabilidad de los productos finales, asegurando que los minerales exportados no provengan de fuentes ilegales ni promuevan prácticas laborales inapropiadas, contribuyendo a la consolidación de nuestra industria en los mercados internacionales.
Minería, desarrollo y empleo: una relación vital para el Perú
Para muchas regiones del país, la minería es la mejor alternativa de un trabajo bien remunerado. En las alturas andinas, donde la agricultura enfrenta limitaciones climáticas y geográficas, la minería ofrece una fuente de empleo y desarrollo estable que beneficia a millones de familias. Sin embargo, uno de los mayores retos es reducir la informalidad, la cual generaría importantes beneficios económicos y fiscales para el país, permitiendo una mayor recaudación tributaria y disminuyendo la inseguridad laboral y la participación de actores ilegales.
El Perú, además de su liderazgo en minería, también busca ser líder en el uso de energía limpia proveniente de la fuente inagotable que nos provee nuestra geografía; nos referimos a la energía hidroeléctrica, para que sea utilizada también en las operaciones mineras, así como en la construcción de infraestructura hídrica que provea agua para el consumo humano y la agricultura. Con la creación de clústeres mineros público-privados, podríamos integrar a la gran, mediana y pequeña minería en una cadena productiva responsable, optimizando procesos y generando valor de manera sostenible.
El Perú como actor clave en la transición energética
El Perú cuenta con una posición estratégica en el contexto global de la transición hacia una economía descarbonizada. Los minerales como el cobre, el oro, la plata y el litio, todos presentes en nuestro territorio, son esenciales para tecnologías limpias como baterías de vehículos eléctricos, paneles solares y turbinas eólicas. Invertir en la minería peruana no solo genera oportunidades económicas, sino que contribuye a los esfuerzos globales por reducir las emisiones de carbono y fomentar el uso eficiente de los recursos del planeta.
Un llamado a la inversión: un país abierto y comprometido
El Perú extiende la invitación a los inversionistas y economías que nos visitan en esta cumbre de APEC. Nuestro país se encuentra en una posición única, con un potencial minero que, con la inversión adecuada, podría alcanzar nuevos niveles de desarrollo, generando empleo, bienestar y prosperidad para nuestra población. Es un compromiso de los peruanos avanzar hacia una minería formal, sostenible y tecnificada, integrando así a nuestras comunidades y respetando el medio ambiente.
Para quienes nos visitan, esta es una oportunidad de ser parte de la evolución de un país con vocación minera que mira hacia el futuro con responsabilidad y optimismo. Como decimos en nuestra empresa Paltarumi: “Juntos estamos mejor”.
Por Jimmy Pflucker / Empresario minero
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