Marc Wachtenheim: “Inversión de Estados Unidos en Perú es de vital importancia y no debe ser desatendida”
Hace algunos días, una delegación comercial de 15 empresas estadounidenses visitó nuestro país y se reunió con la presidenta Boluarte.
Marc Wachtenheim: “Inversión de Estados Unidos en Perú es de vital importancia y no debe ser desatendida”.
¿Cuál es su balance sobre la delegación empresarial que visitó nuestro país?
El balance es sumamente positivo. Iniciamos dos jornadas intensas de reuniones con un encuentro de dos horas con la presidenta Dina Boluarte y todo su gabinete. Este primer acercamiento permitió a los integrantes de la delegación comprender, directamente del gobierno, las prioridades para la participación del sector privado en el desarrollo del país, así como establecer las bases para lo que espero sea un diálogo permanente entre el sector privado y el gobierno. El hecho de que la presidenta y todo su gabinete nos recibieran en el Palacio de Gobierno demuestra el firme compromiso del gobierno, y diría también del Estado peruano, de atraer inversión de los Estados Unidos, el principal inversor extranjero en términos de creación de empleos formales en el país. Estos temas se profundizaron en diálogos posteriores con la Cancillería, ProInversión, Comex, el Ministerio de Energía y Minas, la Secretaría de APEC 2024, AmCham, empresarios peruanos, entre otros. La participación constante del subsecretario de Estado de EE. UU., José Fernández, quien presidió nuestra delegación, de la embajadora de EE. UU., Syptak-Ramnath, y del embajador peruano en EE. UU., Ferrero, fue crucial para resaltar la importancia que ambos gobiernos otorgan a este esfuerzo. Además, la visita culminó con la firma de un Memorándum de Entendimiento para promover la inversión en minerales críticos en Perú, un tema de gran y creciente relevancia estratégica a nivel global. Tengo que agradecer y felicitar al canciller González-Olaechea por su liderazgo, así como a su equipo, por haber sido nuestros anfitriones y haber permitido una visita tan exitosa.
¿Cuál es la visión del empresariado estadounidense sobre el Perú como plaza para invertir?
Actualmente, la visión es de interés. La presencia de la delegación en el viaje y su visita al Perú subraya tanto el compromiso como las oportunidades de ampliar su presencia en el mercado peruano por parte de las empresas que conformamos la delegación. Sin embargo, entre el empresariado estadounidense en general, me temo que hay un profundo desconocimiento sobre el Perú. La gran mayoría no conoce mucho más allá de unos titulares –con frecuencia tendenciosos– y de que en el Perú está ubicado Machu Picchu y se come muy bien, sin exagerar mucho. Hay un gran trabajo de concientización por hacer. Ese es un reto importante, y se debe comenzar desde ya. En ese sentido, vale destacar que el grupo que vino en esta delegación representa para mí solo una pequeña parte de lo que yo espero se convierta en un esfuerzo continuo, abarcando más sectores, industrias y empresas. Las perspectivas para invertir en el Perú son atractivas, pero se tienen que dar a conocer. Hay oportunidades para colaborar en la apertura de nuevos mercados, como el de minerales raros, la cooperación en exploración aeroespacial, así como en sectores portuarios, de infraestructura y otros rubros no tradicionales.
¿Cuál considera que es la postura del gobierno liderado por la presidenta Boluarte en cuanto a la apertura del mercado para atraer inversiones?
Considero que la presidenta Dina Boluarte ha planteado la atracción de inversiones como una de sus prioridades centrales, tanto a nivel personal como de su gabinete. Están realizando un trabajo significativo para atraer estas inversiones, un esfuerzo que no se limita únicamente al gobierno, sino que requiere un trabajo conjunto con diversos sectores de la sociedad, gremios y otros actores clave. La Cancillería, junto con PromPerú y ProInversión, está desempeñando un papel fundamental en este esfuerzo hacia el exterior. Creo que este compromiso trasciende al gobierno y se configura como una política de Estado, lo cual es crucial, ya que atraer y mantener inversiones es una tarea que debe perdurar en el tiempo. Los beneficios de estas iniciativas no se cosechan de inmediato; lo que siembra un gobierno lo recoge otro, por lo que es necesario un compromiso y un trabajo sostenido a largo plazo. Esta decisión política está presente. Lo que se requiere es un enfoque inteligente e innovador, utilizando nuevas herramientas y estrategias. El mundo hoy es muy diferente de lo que era hace 15 años, cuando se firmó el Tratado de Libre Comercio entre Perú y Estados Unidos, y es fundamental adaptarse a estos cambios.
En los últimos años, la inversión extranjera en Perú ha mostrado caídas o crecimientos mediocres. ¿Qué falta para dinamizar la inversión, especialmente la de Estados Unidos en el Perú?
Considero que la responsabilidad recae en ambas partes, tanto en Perú como en Estados Unidos. A menudo sostengo que lo mejor que puede hacerse es simplemente permitir que el empresariado opere libremente. Al final, la inversión proviene de los acuerdos entre empresarios, que se basan en la confianza que un empresario norteamericano encuentra en su contraparte peruana, y viceversa. En este sentido, es esencial que el gobierno peruano destrabe proyectos y elimine barreras regulatorias. Si bien es relativamente sencillo constituir una sociedad o empresa en Perú, los costos de mantenerla operativa son elevados, debido a regulaciones y problemas que atentan contra la transparencia, como la corrupción. Estas son áreas en las que el Estado y el gobierno tienen un rol protagónico que desempeñar, y su intervención es crucial. Además, la pandemia y la percepción de inestabilidad reciente han afectado la imagen del país, lo que también requiere atención. En un mundo globalizado, el capital tiene múltiples opciones, y es conocido por ser cauteloso. Perú debe ser consciente de que compite en un terreno global, donde otros países de la región, como Argentina, Ecuador, Colombia y Chile, están trabajando activamente para atraer inversiones, sin mencionar los países de otras regiones. Esta realidad debe ser tomada en cuenta al diseñar estrategias para dinamizar la inversión extranjera. Hay que trabajar para que la visión de un país totalmente abierto a la inversión se haga realidad en la práctica, en todos los niveles. Se debe preguntar al empresariado y a los gremios cuáles son las reformas específicas que se deben tomar. Ellos estarán muy felices de responder, y las respuestas en gran medida son similares en todos los países. Por otro lado, hace falta un trabajo de hormiga con potenciales inversionistas, apalancando relaciones personales, para dar a conocer las oportunidades, pero se tiene que llegar al público indicado. Este es un trabajo de relacionamientos, más que de ferias. ¿Existe un riesgo para el inversionista? Siempre existe ese riesgo; es justamente en la intersección del riesgo con la oportunidad donde se genera la ganancia. Si se quiere una inversión segura, se puede invertir en Suiza, pero esa inversión no traerá recompensa.
Algunos observan que EE.UU. le ha perdido la mirada a América Latina…
Y no sería una observación del todo sin sustento. En Estados Unidos expendemos muchísima energía y tiempo, gran parte de un ancho de banda limitado, a atender conflictos y crisis complejas en otras partes del mundo, sin mencionar lo que sucede dentro del propio país. El peligro es que América Latina, y nuestro propio hemisferio, no reciba la alta atención que se merece, o cuando la recibe, se enfoque de manera incorrecta. Yo, y varios de nosotros, trabajamos para que esto no sea así. Es importante que el compromiso de EE.UU. hacia América Latina no sea un tema de un partido u otro, ni un tema ideologizado, sino una política de Estado. A mí me gustaría que el próximo presidente de EE.UU. realizara su primer viaje al exterior a América Latina. Ello enviaría un mensaje dentro y fuera del país sobre la importancia que esta región representa. También debo mencionar importantes iniciativas legislativas en el Congreso norteamericano que serían transformadoras en cuanto a la calidad de nuestras relaciones. Hay un proyecto de ley llamado Ley de las Américas (The Americas Act), impulsado por el senador de Luisiana Bill Cassidy y la congresista de Florida María Elvira Salazar, así como por un grupo creciente de republicanos y demócratas que, de convertirse en ley, sería un paso importantísimo para la integración y la colaboración en nuestra región, tal vez no vista desde la época del presidente Kennedy. Además, el senador Marco Rubio de Florida lidera un grupo de legisladores que tienen otro proyecto de ley marco en materia de integración y cooperación para la seguridad. Esa iniciativa también sería clave y muy beneficiosa para nuestros países. Los autores de ambos proyectos son amigos y colaboradores míos, pero no por eso los he mencionado.
Socio histórico
¿Qué tan importante debería ser, o es, para el Perú la inversión extranjera de Estados Unidos?
Estados Unidos es el mayor mercado del mundo y el socio histórico más importante para Perú, siendo también el mayor inversionista en el país en cuanto al número de empleos generados. La inversión norteamericana no es puramente extractiva; genera empleos de alta calidad y sostenibles en el tiempo, con inversiones sensibles a los impactos medioambientales. La inversión norteamericana no corrompe las instituciones, las fortalece. Somos socios desde hace 200 años, del mismo hemisferio, con los mismos valores democráticos y republicanos. Casi ni se tendría que decir: la inversión de Estados Unidos en Perú es de vital importancia y no debe ser desatendida.
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