Keiko Fujimori: “Combatiremos a la izquierda radical”
Candidata también revela las bases de su plan y la nueva estrategia para enfrentar la pandemia y lograr la reactivación económica.
Keiko Fujimori
POR ÍTALO OBERTO-BESSO
Durante su campaña usted ha señalado que gobernará con mano dura, que se traduce, según su propia definición, en democracia firme. En concreto, ¿qué significa eso?
Significa convicción, firmeza en hacer que todos nuestros planes se hagan realidad, respetando nuestras normas. Significa devolver la esperanza a nuestra gente, que espera por décadas y se sienten engañados por gobiernos que pasan y no cumplen con su palabra.
Nuestra prioridad es controlar la pandemia, debemos tomar decisiones drásticas, decisiones diferentes, cambiar las estrategias de cómo se ha venido llevando a cabo las políticas de salud.
Pero en concreto, por ejemplo, en la seguridad ciudadana, ¿cómo se aplicaría la democracia firme?
Lo que planteamos con Fernando Rospigliosi es el programa ‘Distrito seguro’ que implica devolver el respeto, el orden y el principio de autoridad a nuestro país, empezando por nuestra Policía Nacional que se ha visto humillada, sobre todo por el último gobierno, con generalizaciones injustas que ha dejado mellada la imagen de nuestra Policía.
Partimos de ese principio y, de ahí, qué decimos con Fernando Rospligliosi: se debe mejorar las comisarías, llevar a los mejores efectivos para que hagan investigaciones criminales; significa patrullaje inteligente para hacer un mejor mapa del delito, sobre todo hacer políticas de prevención; un acercamiento de la Policía hacia los ciudadanos, porque hoy los ciudadanos no sienten la confianza para poner la denuncia, porque no confían en el sistema de administración de justicia.
Significa también una mejor política penitenciaria, para que nuestras cárceles sean verdaderos centros de resocialización y no escuelas del delito.
Su promesa de democracia firme implica que no ha habido gobierno que demuestre esta.
Diría que el gobierno de mi padre fue un gobierno de mano dura, con alto principio de respeto a la autoridad, al orden, pero en los últimos gobiernos sobre todo se han alejado de los principios constitucionales, no han sabido mantener el crecimiento económico, valorar las inversiones privadas en nuestro país, se han dejado llevar, sin respetar el principio de autoridad y a veces han retrocedido ante las críticas de algunas personas, cuando se ha debido salvaguardar los intereses de la nación.
También advirtió el fracaso de las políticas contra la pandemia y habla de la apertura total, ¿no es peligroso?
Cuando decimos ‘Perú abierto’, hablamos de tres columnas. En primer lugar, con referencia a las políticas de salud, debe haber un cambio de actitud. Vizcarra y Sagasti lo que ofrecían era quedarnos en casa; ese sacrificio no sirvió de nada para los peruanos; nos hubiera gustado ver que se construyan más hospitales, plantas de oxígeno, que se aumenten las camas de UCI, pero nada de esos meses que estuvimos sacrificándonos en casa se utilizó y, muy por el contrario, veíamos con desesperación que muchas personas se iban muriendo y cómo nuestra economía se iba deteriorando.
¿Qué sería lo diferente en un gobierno suyo?
¿Cuál será el cambio? Primero, utilizar pruebas moleculares, no las pruebas rápidas. Ahí fue el inicio del gran fracaso de las políticas públicas de Vizcarra y estaba advertido por muchas voces, entre ellas la del doctor Ernesto Bustamante. Queremos un verdadero diagnóstico, 70 mil pruebas moleculares, no solo para los que tienen síntomas, sino también para los asintomáticos, y una buena política de rastreo.
En segundo lugar, la construcción de plantas de oxígeno, y hay que hacer cambios en la Digemin, que han impedido que se pueda construir más plantas de oxígeno o que lleguen más concentradoras de oxígenos.
También debemos cambiar el chip de que la empresa privada es el enemigo; la empresa privada quiso ayudar y el presidente Vizcarra dijo que no. Eso para mí es inaceptable. Y nos vamos ahora al tema de las vacunas, con esa misma tara ideológica está el presidente Sagasti, que no quiere involucrar a la empresa privada que está pidiendo ayudar para vacunar gratuitamente a sus trabajadores, a sus familias. Debemos cambiar de actitud, debemos permitir que todos sumen: las empresas privadas, las iglesias, los gobiernos regionales y locales que además están haciendo una deman...
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