“Alberto Fujimori pensaba volver a postular”, sostiene escritor Miguel Rodríguez Sosa
Señala que el exmandatario quería explicar a la población lo que sucedió en su gobierno y luego tener una nueva oportunidad para retomar su gestión y avanzar en proyectos que quedaron inconclusos.
"Alberto Fujimori pensaba volver a postular", sostiene escritor Miguel Rodríguez Sosa.
¿Qué fue lo que más lo sorprendió de la personalidad del expresidente Alberto Fujimori?
Era un hombre con un coraje personal muy marcado, que tomaba decisiones y se empeñaba en que estas se materializaran; eso es lo que se llama resolución. Era alguien que enfrentaba las tormentas, no las rehuía nunca, intentaba resolverlas y lo lograba.
Ese es un rasgo de su carácter que más me ha conmovido. Pero también tenía una sencillez y afabilidad enormes. Yo nunca lo escuché lanzar una invectiva contra sus enemigos ni una palabra que pudiese considerarse ofensiva contra los odiadores; tampoco se hizo nunca la víctima.
En mi opinión, era una persona que vivía con paz en el alma, conforme con su suerte, sabiendo que la historia iba a rescatar lo que hizo.
¿Trataron sobre el liderazgo de Keiko Fujimori frente a Fuerza Popular?
Yo le he dicho al presidente de manera reiterada que su legado no es una heredad; su legado es la memoria de lo que él ha hecho, los cambios que logró y cómo estos serán vistos por las generaciones, cómo deben preservarse; pero como todo legado, siempre es reclamado por herederos.
Yo respeto mucho la voluntad de quienes se consideren sus herederos, pero no creo que él tuviera una vocación especial por convertir su legado en una heredad.
¿Fujimori no era muy afecto a los partidos políticos?
Para nada, y ese es un asunto que hemos conversado con algún contraste. Creo que el presidente Fujimori era una persona muy afecto a los equipos de gestión: él tenía una idea, conseguía un equipo especializado para materializarla y era muy demandante; exigía que la idea se realizara con propósito de eficacia.
Los partidos políticos no son equipos porque hay facciones; por tanto, hay disidencias y a él eso no le parecía lo más valioso en un mandatario. Por eso, si algo tenemos que señalar de Fujimori es que nunca pensó que una institucionalidad consolidada en la política del país, con vocación de futuro, tuviera la necesidad de contar con un sistema de partidos. Él desdeñaba los partidos políticos.
Tal vez por eso tuvo éxito su gobierno, porque no era un político sino un técnico…
La capacidad de gestión es importantísima y él la tenía en gran medida; es una persona que me decía: “yo, como matemático, encuentro un problema y sé que para cada problema hay una solución. La busco y espero encontrarla”, y él lo conseguía.
El presidente Fujimori tenía ideas políticas, desde luego, pero nunca sistematizó sus ideas políticas, como Haya de la Torre o el propio Velasco.
Él, en sus discursos, expresaba su pensamiento político, pero lo hacía enfrentando los problemas uno a uno. Es importante que ahora veamos la posibilidad de sistematizar esas ideas que están expresadas en sus palabras y en sus obras.
Lea la nota completa en nuestra versión impresa o en nuestra versión digital, AQUÍ.