“Dina Boluarte no impulsó inversión privada”, señala economista Manuel Romero Caro

La única manera de lograr un crecimiento sostenido en el tiempo es mediante inversiones en la minería y otros sectores como la agroexportación.

Diario expreso - “Dina Boluarte no impulsó inversión privada”, señala economista Manuel Romero Caro

En 2024 contamos con factores favorables, tanto internos como externos, especialmente los externos, como los buenos precios de los metales y de los productos agrícolas. Sin embargo, apenas lograremos un crecimiento ligeramente superior al 3 %. ¿Por qué tuvimos un desempeño económico tan mediocre?

En el ámbito económico, enfrentamos un problema estructural que hemos arrastrado por años: la falta de claridad respecto a la inversión pública y privada. La única manera de lograr un crecimiento sostenido en el tiempo es mediante la inversión privada. No obstante, los últimos gobiernos, en general, y los de Pedro Castillo y Dina Boluarte, en particular, han pretendido reactivar la economía a través de la inversión pública, relegando la inversión privada. Esto resulta inviable y contradictorio, ya que la inversión pública representa apenas el 20 % de la inversión total, mientras que la privada constituye el 80 %. Además, es ampliamente conocido que la inversión pública es lenta, está plagada de corrupción y presenta sobrecostos significativos.

Es evidente que el principal objetivo de Dina Boluarte es permanecer en el cargo hasta 2026. Aunque intenta proyectar una imagen de apoyo a la inversión privada, los hechos demuestran lo contrario. Esto se evidencia en su irracional respaldo a Petroperú, a Óscar Vera y al círculo estatista que rodea a dicha empresa. Este enfoque no solo refleja sus prioridades, sino que también afecta el déficit fiscal. Por cuarto año consecutivo, el 2024 no alcanzaremos la meta fiscal, a pesar de los ajustes realizados.

Este problema de fondo es crucial, no solo para el 2024, sino también para este año y los años venideros. Su impacto se traduce en la falta de apoyo a la inversión privada y en la ausencia de leyes esenciales para los empresarios. Un ejemplo de ello es la falta de avances en una nueva ley de agroindustria, que nos permitiría recuperar las condiciones previas. Otro caso es la inacción respecto a las reformas laborales, distorsionadas durante el gobierno de Castillo y que Boluarte no ha impulsado.

Lo único positivo en materia de inversión privada en 2024 ha sido la consolidación del proyecto minero Tía María, lo que abre la puerta a nuevos proyectos, como el de Michiquillay por parte de Southern Copper. Este último tiene el potencial de reactivar la minería en el norte del país, donde existen numerosos proyectos pendientes.

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