Carlos Anderson: Gobierno de Castillo pierde US$ 20 millones al día

Por Fidel Quevedo Linares

El legislador no agrupado Carlos Anderson, cual lobo solitario sobre la estepa congresal, busca despertar la conciencia ciudadana para establecer la cultura cívica como principal valor en nuestra sociedad. Con tal propósito, ha presentado un proyecto de ley que exija mejores cualidades entre quienes se animen a postular a la presidencia del país. Anderson, en su condición de economista, pone sobre el tapete la terrible pérdida diaria de dinero, solamente por incapacidad de gestión.

Muchas personas, luego de comprobar y ser testigos a diario de las limitaciones cognitivas del mandatario Castillo, ahora sienten que pueden ser presidente… ¿Usted lo está pensando?

Todo en su momento… porque esa intención más bien haría daño, pues no estoy en el tema de la vacancia porque quiera ser presidente. Ya manifesté que hubiera preferido, desde un principio que el jefe de Estado hiciera un buen trabajo hasta el 2026. Lo que sucede es que la realidad se ha impuesto y es una realidad de corrupción, la que hace insostenible el Gobierno.

La corrupción en el gobierno siempre ha existido. ¿Es que ahora es más evidente, más descarada o más inocente?

Lo voy a poner en términos de magia: hemos pasado del crimen organizado al crimen desorganizado, ¿no? Y esto es lo que más daño hace porque, o sea, de alguna forma existe una corrupción que es funcional, ¿no? O sea, en todos los países del mundo existe corrupción; no existe el paraíso sin corrupción. Esta es sancionada, es perseguida, ¿no es cierto? En el Perú ha habido –incluso- periodos en donde es al revés: la corrupción ha sido hasta celebrada, ha sido vista hasta divertida. Por ejemplo, alguien que le robó al país, luego lo sueltan y después aparece en las páginas sociales. Esto lo hemos visto una y otra vez, o sea, no hay ningún problema con eso, la sociedad como que no sanciona moralmente, ¿no?

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En esa realidad, parece subsistir un ánimo clasista o racista, como bien utiliza el mandatario para victimizarse…

Veamos: el Perú es profundamente racista y clasista, y esto es una herencia desde el Virreinato, ¿no? Donde fueron clasificados negros, mulatos, indios y todo lo demás… y son caras de un país que todavía no termina de encontrarse a sí mismo. Nosotros todavía no lo hemos logrado. Hay cuatro millones de peruanos con los que yo no me puedo comunicar, que son los ‘quechuahablantes’, los que solamente hablan quechua. Son, digamos, ciudadanos del país que viven una realidad muy distinta. Entonces, en la medida en que todavía no nos organicemos para incorporarnos todos, vamos a seguir siendo un país que todavía está en vías de construcción.

¿Algún ejemplo de nación que marche bien en ese sentido (en nuestra región)?

Yo diría México. Es un país donde todas las clases tienen acceso al poder, donde todo el mundo se llama Cuauhtémoc (u otros similares, conforme su tradición histórica); es un país donde hay más bien un sentido nacionalista, y esto es positivo en una sociedad.

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