Incremento en la PNP será hasta del 81%: 20 generales pasarán al retiro en breve o a fin de 2024
El aumento en el sueldo y pensiones se realizará en cuatro fases: la primera será este año, otras dos en 2025 y se culminará con la cuarta fase a inicios de 2026.
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Uno de los anuncios del largo mensaje de la presidenta Dina Boluarte por Fiestas Patrias despertó muchas expectativas en el personal de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional del Perú (PNP), en lo que se refiere a la nueva estructura de remuneraciones que se llevará a cabo durante su gobierno.
Sin embargo, también generó sobresalto la ‘modernización’ del sector Interior -incluido el cambio de nombre-, que terminará con numerosos pases al retiro de oficiales de la PNP de manera extraordinaria.
Señor Ministro, ¿cómo se va a llevar a cabo la reestructuración de la Policía en términos generales?
La reestructuración de la Policía implica una modernización, reestructuración de su cuadro remunerativo, de su régimen disciplinario y contar con un adecuado cuadro para realizar una asignación idónea de personal en la categoría de oficiales, por lo que se practicará una renovación excepcional de pases a la situación de retiro entre los grados de alférez hasta generales. El comando institucional y la gestión han advertido la necesidad de construir una estructura piramidal. Es cierto que tenemos una amplia brecha (falta) de policías, pero básicamente se requiere más suboficiales, por lo que se está haciendo el esfuerzo en formar más subalternos.
¿Esta medida se da, quizás, por haber identificado que hay un número importante de oficiales que estarían actuando de manera inadecuada (como delinquir), contrario a los preceptos de la institución?
No, porque los oficiales que delinquen tienen que ser sometidos a un proceso disciplinario. Los otros se van por renovación de cuadros. Lo que pasa es que hay numerosos oficiales, por ejemplo, que tienen muchos años en el grado, no tienen cursos de perfeccionamiento y ya no tienen posibilidad de acceder a un rango superior. Entonces, es importante identificar este grupo de oficiales y, de acuerdo con los criterios que el comando institucional va a establecer objetivamente, se aplicará esta medida de pase a la situación de retiro excepcional.
¿Eso quiere decir que alféreces, tenientes y capitanes que se han despreocupado de seguir avanzando en su carrera policial serán pasados al retiro?
Principalmente los que ya no tienen futuro dentro de la institución policial por diversos factores.
Hasta ahora se esperaba que muchos cumplieran 20 años y después, al ser pensionables, se les pasaba a la situación de retiro.
Sí, pero lo que sucede es que, a ver, no es la primera vez que se practicaría este pase a la situación de retiro excepcional. Ya se practicó en el gobierno de Pedro Pablo Kuczynski, porque la ley lo habilita. Entonces, estamos tomando una decisión dentro del marco jurídico que está vigente y que establece claramente la norma.
Pero si estaba vigente, ¿por qué no se ha seguido aplicando en los últimos años?
Porque eran criterios institucionales y, en el criterio de esta gestión, es aplicable.
¿Eso quiere decir que a partir de la fecha todos los oficiales tendrían que esmerarse en su carrera policial para poder permanecer en la institución?
Correcto, porque lo que se va a premiar es la meritocracia. Queremos una policía que vuelva a la mística de antes y al respeto a la institucionalidad y a la disciplina.
Usted ha señalado que estos cambios se harán con los oficiales, pero también hay esos mismos problemas identificados en el personal subalterno. Hay mucho desgano y falta de idoneidad en muchos efectivos.
Lo que pasa es que esta es la primera fase del proceso. Nosotros lo que necesitamos en este momento es mayor personal subalterno para que esté justamente en las calles al mando de oficiales. El segundo aspecto a modernizar es el ámbito disciplinario, de tal manera que los procesos disciplinarios sean más céleres. Los que tengan que irse por haber cometido algún tipo de infracción tendrán que ser retirados con prontitud y ya no será necesario esperar largos procesos disciplinarios que duren dos, tres, hasta cuatro años, y a veces caducan.
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