La Amazonía en emergencia: advierten de manos criminales en incendios forestales
Casi dos meses después de que se iniciaran decenas de incendios forestales, Dina Boluarte decidió tomar medidas excepcionales.
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La presidenta de la República, Dina Boluarte, durante meses se ha pasado advirtiendo de la existencia de sectores políticos e individuos interesados en mantener el país en llamas con tal de ver la caída de su gobierno.
Sin embargo, es precisamente su gobierno el que ha dejado que avancen incendios forestales en vastas extensiones de varias regiones amazónicas, así como de la sierra, advertidas primero por el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi) y después por la prensa.
El miércoles, tras una fuerte presión social por los 16 fallecidos en los siniestros, amén de otras denuncias de la Mancomunidad Regional Amazónica que integran Amazonas, Loreto, Cusco, Huánuco, Madre de Dios, San Martín y Ucayali, así como de organizaciones ambientales, el Poder Ejecutivo anunció el estado de emergencia en las regiones de Amazonas, Ucayali y San Martín, zonas del país que se encuentran bajo el azote de los incesantes incendios forestales.
“Hace unos días sobrevolé Amazonas, que por la misma zona geográfica y accidentada es difícil que entren los helicópteros para poder apagar, a través de 3,000 litros de agua en cada envío. Igual la región San Martín y Ucayali. Por eso es que hoy, en el Consejo de Ministros, estamos acordando declarar en estado de emergencia estas tres regiones”, anunció la mandataria desde Palacio de Gobierno.
No obstante, el gran problema es que, una vez más, la gestión de Boluarte ha hecho gala de su ya conocida inoperancia y poca capacidad de reacción para atender las situaciones críticas que colocan al país en un estado de desasosiego, ocasionando grandes pérdidas humanas y económicas.
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La decisión tardía de anunciar el estado de emergencia fue adoptada por Boluarte y su Gabinete Ministerial luego de que, según cifras del Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci), se registraran 241 incendios forestales en 22 departamentos del país desde mediados de agosto. De ellos, 182 han sido extinguidos y 26 se encuentran controlados. En tanto, 33 permanecen activos.
La región más afectada es Cusco, que ha registrado hasta la fecha 36 emergencias por este tipo de siniestros. Le siguen Cajamarca y Huancavelica con 24 y 22, respectivamente. No obstante, las cifras no quedan ahí: según los últimos reportes, los incendios forestales han ocasionado la pérdida de 1,495.33 hectáreas de cultivo, mientras que otras 1,264.85 hectáreas han quedado dañadas por el fuego.
Asimismo, las llamas han provocado que 2,257.96 hectáreas de cobertura natural queden totalmente destruidas, afectando de diversas maneras la biodiversidad y la flora en el país. Solo en el distrito de Inahuaya, en la región Loreto, un incendio forestal provocó la pérdida de 250 hectáreas de terrenos de cultivo, expandiéndose el fuego a las comunidades de Ipuano y Salvador.
Un panorama similar es el que registra la región Cajamarca, donde, según información del Centro de Operaciones de Emergencia Regional (COER), los incendios han dejado tras su paso cerca de 2,990 hectáreas perdidas, provocando también la afectación de alrededor de 41 viviendas, así como nueve personas heridas.
Cultivos afectados
La región San Martín es otra que también ha sido terriblemente golpeada por el fuego, que ha generado la pérdida de más de 30 mil hectáreas de cacao en dicha zona del país. Así lo denunció el gerente de la Cooperativa Acopagro, Gonzalo Ríos Núñez, quien alertó que los 2,000 agricultores de cacao que se agrupan en su organización no podrán cumplir con los contratos suscritos en el mercado internacional debido a estas pérdidas.
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