Primera dama en trama de impunidad

Jorge Alva Coronado, secretario general de Palacio de Gobierno, y Rudbel Oblitas Paredes, involucrado por Karelim López en el caso Provías, tienen dos cosas en común. La primera es que son persona de confianza y sobrino carnal de la primera dama, Lilia Paredes, respectivamente.

La segunda es que son tratados en forma más permisiva que a los mismos allegados y familiares del presidente Pedro Castillo.

Desde el inicio de este gobierno, Alva era asistente de la «Oficina de apoyo al cónyuge del Presidente de la República». Luego pasó a su actual cargo, donde se le mantiene a pesar de que un informe de Contraloría señala que no reúne los requisitos de ley -a Daniel Salaverry se le destituyó de Perupetro por la misma causa- y Oblitas es investigado por el caso Provías.

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El sobrino carnal de Paredes ha sido sindicado no una, sino varias veces por López en la trama de corrupción de licitaciones millonarias en el Ministerio de Transportes. Pero su rol sería aún más nefasto: obstruir a la justicia extorsionando a los posibles testigos y colaboradores eficaces.

«Está encargado de todo lo que es la CIA, la DEA, la investigación y todo lo tiene que ver con la inteligencia para manejar, asustar, amedrentar», aseguró la lobista en la Comisión de Fiscalización del Congreso, al lado de su abogado, César Nakazaki.

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