'Los amigos del mundo. Una aventura en la selva'

El pequeño Pedro Raymundo y sus extraordinarios juguetes, que son sus amigos, nos invita a vivir experiencias mágicas en la selva peruana.

Diario expreso - 'Los amigos del mundo. Una aventura en la selva'

Felicitaciones por todo tu trabajo. ¿Cómo inicias a escribir tan bonita historia?

Desde muy pequeño siempre me ha gustado leer. Me llevaban a ferias de libros y, en casa, me leían todas las noches. Después, yo mismo empecé a leer. Durante la pandemia, creé a Mario, un tiranosaurio rex con cola y aleta de tiburón, para que me ayudara en los videos que yo grababa para entretenerme. Luego, armé a Erasmus, para que Mario tuviera un compañero. Ese fue solo el inicio. Después, con mucha motivación de mi padre, mi amor a los libros y mis ganas de salvar al mundo y a los animales, empecé a escribir “Los amigos del mundo. Una aventura en la selva”.

Cuéntanos sobre tu amigo Mario.

Creé a Mario como un compañero durante la pandemia de la covid-19. El diseño de Mario, en cerámica al frío, es curioso, ya que me inspiré en las manualidades de Super Slime Sam. Además, la gema fue, al inicio, una mera decoración. Tiene unas gafas en la parte superior que le permiten ver hacia arriba, y una lanza en la espalda, que la usa para defenderse. También puede levitar y la gema de la cabeza le da superpoderes, como la telequinesis, es decir, mover cosas solo con la mente.

¿Y cómo conociste a Erasmus?

A Erasmus lo creé como compañero de Mario. Yo tenía juguetes de tiranosaurio rex, cangrejo y tiburón. Usé varias partes de los tres juguetes para crear a Erasmus. Con otras piezas más le hice una pequeña cresta. Erasmus puede modificar su tamaño a voluntad, incluso medir como un edificio. Su vista es excelente y su olfato puede detectar animales muy distantes. Es, además, un gran nadador y corredor.

Por lo que cuentas en tu libro, has viajado mucho o vivido en la selva, ¿verdad?

Siempre me ha gustado viajar y conocer nuevos lugares, realidades y, por supuesto, animales. He viajado por gran parte de la costa y por la sierra. Cuando visité Machu Picchu, vi una vizcacha entre las rocas, y fue fascinante. También visité el cañón del Colca y vi cóndores. Los zoológicos son uno de mis lugares favoritos por la diversidad de animales. La pandemia no me permitió conocer la selva peruana, pero en mis próximas vacaciones lo haré. Para conocerla, tuve que mirar documentales y reportajes, leer artículos y crónicas, y buscar información en los libros.

¿Por qué debemos enfrentarnos a los enemigos de la selva?

Todo en la Tierra guarda relación. Si una pieza falta, todo se desmorona. Un ejemplo es la vida en la selva amazónica. Todos los animales cumplen un rol en la naturaleza. Los guacamayos dispersan semillas de los árboles. Los jaguares controlan las poblaciones de animales. Así, todo está fríamente calculado. Cuando un depredador saca un animal de su hábitat, sufre mucho. Ocho de cada diez monos que son raptados, mueren antes de ser mascotas. Estos animales tienen familias, como nosotros, y comparten sentimientos. Podría decirse que, en el fondo, son nuestros primos muy muy muy lejanos.

¿Te fue difícil escribir estas historias?

Me divierto creando historias y contándolas. Siempre he inventado cuentos, ya sea en el colegio o como un juego. Creo que me gusta porque desde los primeros años leo cuentos e historias. Es un hábito. Además, cuando uno escribe puede dar rienda suelta a su creatividad. Siempre he compartido mis ideas, y la escritura me permite eso. En la pandemia grababa pódcasts leyendo mis cuentos junto con mi papá. Aunque no soy perfecto, agradezco a quienes confían en mí. Andrea Paz, de Los Hermanos Paz, me dio buenos consejos y me regaló una reseña. Micaela Chirif, con quien llevé un taller, me ayudó a mejorar mi cuento.

Invita a otros niños para que te lean y también puedan escribir.

Cuando leo o escribo lo que me gusta, me siento feliz y me relajo. Al escribir puedo compartir lo que pienso. Para los niños, escribir cuentos es una manera de expresarnos. No nos deberían obligar a leer, sino motivarnos para leer por placer. Espero que mi libro “Los amigos del mundo. Una aventura en la selva”, ilustrado por Luis Mejía Ramírez (Lumer), sea un motivo para que más niños se animen a leer y, si lo desean, que puedan escribir también sus historias, e incluso publicar sus libros.

Por Sixto Sarmiento

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