Cleptocracia de Toledo criminalizó la política en el Perú

La inercia y la burocracia impiden que justicia llegue a tiempo, afirma jurista Luis Lama Puccio.

Por César Reátegui

Semanas atrás noticias del exterior revelaron que el cleptócrata Alejandro Toledo padecía alteraciones mentales a consecuencia de su encarcelamiento y que su abogado defensor solicitaría que le otorgue prisión domiciliaria. Lo cual se veía venir pues el impresentable exmandatario al verse privado de su habitual dosis de alcohol y cocaína ha caído en estados de angustia y depresión.

De otro lado, la turbulencia y escándalos político empresariales que remecen el país pareciera que hacen más lejana su extradición. Y es que hemos pasado de una mal llamada “bancocracia” del pasado siglo a una criminal cleptocracia, como la denomina el egregio jurista Luis Lamas Puccio. Tras leer este informe saque sus propias conclusiones.

DEMOCRACIA REAL

En democracia real los políticos, en especial los gobiernos están en la mira de sus opositores. Manuel Prado Ugarteche no fue la excepción, por el contrario desde las páginas de algunos panfletos como “El Volcán” lo difamaron afirmando que la argolla económica se había unido a la demagogia, no con un programa común sino con un insaciable apetito.

“El Apra –señalaban otros- venía de las canteras de Marx, el pradismo de las bóvedas del Banco Central de Reserva”. En una ocasión a mediados de junio de 1957 Prado retornaba lentamente en su “Cadillac” convertible por el Paseo de la Republica y unos desadaptados le lanzaron huevos podridos. Uno le cayó en el pecho constelado de condecoraciones. Prado sacó su pañuelo, se limpió y agitando su sombrero de copa continuó saludando a la muchedumbre que lo aplaudía. No se produjo ninguna detención.

Cierta emisora radial –si más no recuerdo “Radio periódico El Mundo”- llegó a decir que el gobierno apro-pradista era el más claro exponente de la oligarquía peruana y que había comprado las conciencias de muchos que se autotitulaban izquierdistas. Otros medios antipradistas decían que no se podía catalogar de democracia a la política gubernamental sino de negocio, no de libertad sino de subasta pública.

Jamás se clausuró un medio de comunicación y mucho menos se allanó el domicilio de ningún periodista.

BANCOCRACIA

Se decía que del directorio del Banco Popular del Perú, cuyo dueño era Mariano Ignacio Prado Heudebert, salió la fórmula presidencial. Sobre ello no hay dudas, Mariano Ignacio era el sobrino predilecto del mandatario y uno de los hombres más influyentes del país. Nombró ministros y designó autoridades en todos los niveles del Estado, a solo golpe de timbre telefónico, sin excluir las del clero y fuerzas del orden.

No era extraño ver desfilar por los jardines de su residencia de la Av. 28 de Julio, Miraflores, a oficiales de alta graduación a quienes favorecía con préstamos de dinero. En ocasiones, al realizarse directorios en el BPP, la nación quedaba prácticamente acéfala. Pues lo integraban Luis Gallo Porras y Carlos Moreyra y Paz Soldán, primer y segundo vicepresidentes del Perú; Julio de la Piedra, presidente del Senado; Manuel Peña Prado, presidente de la Cámara de Diputados; Héctor Gracia Ribeiro, alcalde de Lima, y el entonces premier Pedro Beltrán Espantoso. Todos ellos personas honorables y que no habían llegado al poder aduciendo historias como aquella que contó Toledo respecto a que había sido lustrabotas.

VORAZ AVE DE RAPIÑA

Con la llegada a la casa de Pizarro de Alejandro Celestino Toledo Manrique (a) “Cholo Sagrado” y/o “Pachacútec” empezó la cleptocracia. El autoproclamado abanderado de la anticorrupción resultó ser el ave de rapiña más voraz de nuestra historia. A Alberto Fujimori se le acusó infamemente de haberse llevado maletas cargadas de barras de oro producto de la imaginación de un mitómano. Se gastaron miles de dólares en tratar de demostrarlo. Había sido una vil calumnia.

Toledo, como ha quedado demostrado, exigió el pago de 35 millones de dólares a Odebrecht por otorgarle la construcción de la vía Interoceánica Sur. Asimismo creó en Costa Rica –en complicidad con Joseph Maiman- la empresa Ecoteva para efectuar actividades encubiertas de corrupción como el lavado de dinero producto de las coimas recibidas de la empresa brasilera y otras.

“Pachacútec” no tuvo el menor escrúpulo en involucrar a su anciana suegra Eva Fernenbug como dueña, aduciendo que ella había invertido el producto de la indemnización recibida por ser víctima del Holocausto. Patraña descartada el 2013. Cinco años después la Comisión Lava Jato descubrió que Toledo y PPK, entonces premier, ministro de Economía y presidente del Proinversión, incrementaron el costo de la Interoceánica Sur de 810 millones de dólares a 3,163 millones de dólares.

Como se dice vulgarmente “les habían roto la mano”. A PPK se le acusa del delito de colusión por haber recortado las facultades de supervisión a la Contraloría General de la República en su calidad de ministro de Economía. Por otra parte, está pendiente una investigación sobre tráfico de tierras en el Cusco contra Eliane Karp. La ex primera dama aprovechando la Ley de Promoción de Desarrollo Sostenido de Servicios Turísticos (LEY Nº 29164) habría direccionado concesiones en los valles de Santa Teresa y Mollepata y en zonas aledañas al Santuario de Choquequirao, según denunció el dirigente comunal Efraín López Concha.

PAREJA PÍCARA

Después asumieron el poder Ollanta Humala Tasso y Nadine Heredia. Sí, “asumieron” porque la mujercita era quien daba “luz verde” como afirmó el exministro de Defensa y premier Pedro Catteriano. A ellos se les sindica como autores de lavado de activos en la modalidad de conversión y ocultamiento de activos. Es decir, de los millones que les envió el desaparecido mandatario venezolano Hugo Chávez Frías cuando Ollanta postuló a la presidencia en las elecciones del 2006 y 2011, respectivamente.

Ambos están procesados e incluso pasaron unas “vacaciones” tras las rejas hasta que el Tribunal Constitucional se compadeció y obtuvieron su libertad. Desde entonces, Ollanta Humala cada vez que puede elogia al ingeniero Martín Vizcarra Cornejo. La “pareja presidencial” también recibió sobornos del club de la construcción. El dinero era entregado en Palacio de Gobierno en sobres de manila que contenían 10 mil dólares cada uno, por José Paredes (“promoción” de la Escuela Militar de Chorrillos de Humala), según lo ha revelado el colaborador eficaz Nº 04-2019. Lo que ha sido corroborado por Consuelo Castro Rodríguez, quien laboraba como secretaria de Palacio.

Por su parte, como lo señala el jurista Lamas Puccio en su obra “Corrupción, Cleptocracia y Globalización”, la inercia y la burocracia que afectan al derecho y al sistema en donde se aplica, hacen muchas veces que el sentido de la justicia llegue demasiado tarde y no se responda a las expectativas.

KARP EN LA MIRA

Aún está pendiente una investigación sobre tráfico de tierras en el Cusco contra la ex primera dama, Eliane Karp, quien aprovechando la Ley de Promoción de Desarrollo Sostenido de Servicios Turísticos habría direccionado concesiones en los valles de Santa Teresa y Mollepata y el Santuario de Choquequirao.

FISCALES EN CAMPAÑA

Lo que a diario podemos observar es a dos representantes del Ministerio Público que más bien parecen candidatos en campaña y en busca de aplausos del populacho y que en las redes sociales –algún cerebro maquiavélico- los presentan como presidenciables. Dichos fiscales hacen lo imposible para ser entrevistados y aparecen en cierta prensa como lo hizo en el pasado siglo –justificadamente- el célebre Eliot Ness, principal responsable de la caída de Al Capone.

SE VIVE CRISIS MORAL Y ÉTICA DESDE HACE VARIAS DÉCADAS

Lamas Puccio sostiene –de manera irrefutable- que desde hacía varias décadas “que se vive una aguda crisis moral y ética que suele tener vinculaciones con el manejo de la política y la economía lo que se traduce en distintos casos de corrupción”. Explica que, “probablemente la corrupción de los últimos años ha ido adaptándose a distintos procesos de manifestaciones referidas a la pequeña y gran corrupción”.

Indica que, “los mercados financieros y los partidos políticos se han visto involucrados en casos graves de corrupción, bajo distintas modalidades, algunos calificados en la legislación de la materia como delitos, otros como simples faltas administrativas, posiblemente, lo pasado desapercibidos para el legislador , poco interesado en generar leyes sobre la materia”.

Sin embargo, lo que a diario vemos es a dos representantes del Ministerio Público que más bien parecen candidatos en campaña y en busca de aplausos del populacho y que en las redes sociales –algún cerebro maquiavélico- los presentan como presidenciables. Dichos fiscales hacen lo imposible para ser entrevistados y aparecen en cierta prensa como lo hizo en el pasado siglo –justificadamente- el célebre Elliot Mess principal responsable de la caída de Al Capone.

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