Pedro Pablo Kuczynski pactó con la “pareja presidencial”

Humala ordenó inamovilidad policial para restar votos a Keiko Fujimori, según fuentes de comunidad de inteligencia.

Como sabemos, pacto viene del latín “pactum”, que significa acuerdo, compromiso, convenio. Existe desde tiempos inmemoriales y los involucrados aceptan respetarlo. En el pasado siglo uno de los más importantes fue el Pacto de la Moncloa (España), celebrado por todas las agrupaciones políticas del país ibérico, a mediados de septiembre de 1977.

Como resultado de ello, entró en vigencia la Constitución española de 1978 que ofrece plenas garantías al empresariado y al gran capital.

El Perú no ha sido ajeno a este tipo de conciertos políticos -más bien pactos pre- electorales- que no siempre concluyeron en buenos términos. El más reciente, por cierto, entre sombras y medianoche, habría conducido a Pedro Pablo Kuczynski Godard a la Casa de Pizarro por casi 40 mil votos más que Keiko Fujimori Higuchi.
Su triunfo se habría debido -según algunas fuentes, entre ellas el bloger “Matacholo” de la comunidad de inteligencia estaounidense- luego de que el candidato del partido del cuy transara importantes acuerdos con la “pareja presidencial”, que seguramente pronto saldrán a la luz.

Uno de los más importantes habría sido mantener la concesión del puerto de Paita en manos del empresario chileno-alemán Sven von Appen, a quien el exmandatario conoció cuando era director de la Empresa de Electricidad de Chile, donde también fortaleció su amistad con Gerardo Sepúlveda.

Se dice que se le encomendó buscar acercamiento a la “pareja presidencial” para evitar que un puerto ubicado en una zona estratégica como Piura no fuera entregado a otro concesionario y que los encuentros de PPK y los Humala Heredia se dieron en Palacio de Gobierno durante las noches, previa desconexión de los sistemas de audio y video externos e internos para “no dejar huella”.

El nexo entre el entonces septuagenario y Ollanta Humala -según las citadas fuentes- habría sido Gilbert Violeta, a través de su amiga Magaly Silva, entonces ministra de la Producción.

Esta vez el objetivo era impedir que el fujimorismo volviera a gobernar. Así pues, Humala ordenó la inamovilidad policial y Keiko Fujimorí perdió más de 100 mil votos que estaban comprometidos con su causa.

Ernest Magan, en su ensayo “ Guerra Atípica”, cita a numerosos tratadistas, entre ellos a Clausewitz, quien señala: “la guerra es una decisión política y no militar”. A lo que Mauricio Mulder añade: “la política es el arte de la guerra pero sin armas”. En 2017 la guerra la ganó Kuczynski y ahora vivimos sus consecuencias.

PACTO ACABÓ EN GOLPE

En 1945 el Partido Aprista participó en las elecciones generales bajo el antifaz de “Frente Democrático”, luego de pactar con José Luis Bustamante y Rivero, y lo condujo a Palacio de Gobierno. Este en realidad no gozaba de popularidad, nunca se había confundido con las masas y solo gracias al respaldo de los seguidores de Víctor Raúl Haya de la Torre asumió el poder. Nadie olvida que durante las manifestaciones callejeras de esos años retumbaba el estribillo: ”Haya o no haya, Haya será”.

En pocos meses Bustamante fue relegado, hasta el 27 de octubre de 1948, en que el general EP Manuel A. Odría lo derrocó.

En realidad dicho pacto terminó poco antes de instlarase el Congreso cuando algunos senadores y diputados apristas entregaron sus renuncias en blanco. Al respecto, Bustamante -en su libro “Tres años de lucha por la democracia en el Perú”- escribe: “Fue esta para mí una revelación abrumadora: ¿Adónde iba el Apra?¿Era que a pesar de su cambio de nombre, de su vuelta a la legalidad y de los compromisos adquiridos, proyectaba mantener su organización vertical? ¿Iba, así, a depender de la voluntad de su jefe o de un comité político la subsistencia de un mandato emanado de la voluntad del pueblo elector? ¿Podía en esta forma el partido hacerse árbitro de la suerte de las representaciones?”.

APROPRADISMO

Con la llegada al poder del general EP Manuel Odría, el Apra volvió a ser proscrita y la mayoría de sus líderes salieron del país. Años después el 17 de abril de 1956 llegó de Miami Manuel Prado Ugarteche -faltando pocos días para su cumpleaños- y presentó su candidatura a la Presidencia de la República.
Lo mismo hizo Hernando de Lavalle y otros personajes, sin mayor trascendencia.

El martes 24, en su página 5, el semanario “Adelante” publicó un reportaje a Javier Ortiz de Zevallos, presidente del Movimiento Democrático Pradista (MDP). Se le preguntó: ”¿Considera que debe retirarse la proscripción de los partidos actualmente fuera de la ley?”. Este respondió que sí.

Uno de esas agrupaciones políticas era el Apra. Esa misma fecha, “El Día” de Panamá entrevistó a Ramiro Prialé, a través de su corresponsal Alberto Brun, quien señaló: “He podido hablar con dos jefes del beligerante aprismo actual: Ramiro Prialé y Armando Villanueva. Esta vez, acercarse a ellos ha sido fácil. Entrevista a plena luz del día sin las misteriosas precauciones que marcaban antes, en las épocas de la estricta clandestinidad (…)“. Indudablemente, la persecución había cesado.

En tanto, visitaban a Prado, en su casa de la calle Amargura, Nazario Chávarry Aliaga, José Peña Prado, Manuel Cisneros Sánchez y Javier Ortiz de Zevallos, todos simpatizantes del Apra.

El 15 de junio el diario “La Prensa” publicó un cablegrama de la United Press proveniente de Santiago de Chile, anunciando que los dirigentes apristas exiliados en ese país habían declarado que el Apra votaría por Prado.

Ese día, a las 10 y 15 de la noche, diversas emisoras difundieron el discurso de Manuel Prado, quien anunció: “Uno de los primeros actos de mi gobierno será conceder amplia anmistía política, derogar las leyes de excepción y eliminar todo dispositivo ajeno a los contenidos en nuestra Carta Fundamental (…). Como conductor de un poderoso movimiento cívico, no puedo ser indiferente a la aspiración de un gran número de peruanos proscritos por la lucha de sus ideas”.

El pacto apropradista tuvo como protagonista a Max Peña Prado, quien condujo a Ramiro Prialé, la primera semana de abril, a la residencia de su tío Manuel Prado, en la calle Amargura.

El jueves 14 de junio, pese a la proscripción legal del Apra, miles de manifestantes llegaron a la Plaza San Martín agitando sus pañuelos blancos y portando carteles donde se leía: “Compañero, tu Partido te necesita”.

La brillante proyección de un estadista de la talla de Manuel Prado hizo posible que tuviera un segundo mandato.

El resultado de las elecciones fue: Prado, 568,057 votos; Belaunde, 458,248, y Lavalle 224,618.

PACTO DE SALAVERRY

Cabe recordar que a las 11 y 17 de la mañana del domingo 13 de enero de 1963 Fernando Belaunde Terry, líder y fundador de Acción Popular, y Javier Correa Elías, presidente del Partido Demócrata Cristiano, pactaron en la residencia del prestigioso neurólogo Óscar Trelles Montes, ubicada en la avenida Salaverry, una importante alianza preelectoral con miras a triunfar en las elecciones que se realizaron el 9 de junio de ese años.

Por: César Reátegui

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