
La chirimoya es originaria de Perú. El árbol es pequeño, de hasta 10 metros de altura, con ramillas muy pubescentes y crece bien en terrenos neutros o ligeramente ácidos con una cierta humedad.
Las hojas son elíptico-lanceoladas u oblongas, de unos 12 cm de largo y la tercera parte de ancho, pubescentes cuando son jóvenes. Las flores tienen seis pétalos con tintes violáceos.
La fruta es globoso u ovoide, verde por fuera y blanca por dentro; con una corteza llena de protuberancias hexagonales. Su pulpa es refrescante, algo ácida y aromática. Se encuentra llena de numerosas semillas oblongas u oblongo-elípticas, negras, de 1 a 1.5 cm de longitud.
La chirimoya se suele consumir al natural, pero también se puede añadir a las ensaladas o como ingrediente en licuados de frutas o preparados en purés. Otra posibilidad es elaborar mermeladas con ella.
PROPIEDADES CURATIVAS
La planta de la chirimoya contiene metilarmepavina, derivados kauránicos, primeverósido, cario-fileno, aporfina, alfa pineno, cadaleno, ácido cerótico, corydina, claurina, glaucina, higenamina, isocoridina, lanuginosina, norcoridina, reticulina, roemerina y xylopina.
El fruto contiene vitamina C, betacaroteno, citrulina, ornitina y minerales como el calcio, el hierro y el fósforo; las seminas, annonacina, annonastatina y annonina.
La chirimoya es poco calórica, ya que aporta sólo 62 calorías por cada 100 gramos y no posee ningún tipo de grasas. Por ello, se puede reconendar su inclusión en las dietas para adelgazar. Además contiene fósforo, hierro y calcio.
Igualmente, ayuda a fortalecer el corazón. También está indicada para afecciones de estómago y se recomienda su consumo en casos de anemia. Además, algunos estudios le adjudican buenas propiedades antienvejecimiento.
También las hojas y los pimpollos tienen virtudes de calmar calambres y espasmos, tomándolas en forma de té.
El mismo té es muy indicado para los niños que tienen el vientre hinchado. Se toma, según la edad, unas dos o tres tacitas por día.
REMEDIOS POPULARES
Para el reumatismo: Machacar 3 frutas de chirimoya sin semilla hasta formar un puré y luego aplicar tópicamente, a modo de cataplasma, bien caliente (pero sin quemar) sobre la zona afectada. Dejar puesta hasta que se enfríe.
Para la caspa: Dejar en maceración un puñado de semillas de chirimoya en alcohol o aguardiente por una semana. Pasado ese tiempo, usar como loción capilar sobre el cuero cabelludo.
Para los piojos: Machacar un puñado de las semillas de chirimoya hasta que queden reducidas a polvo. Luego, mezclar con aceite de almendras. Aplicar sobre el cuero cabelludo y después colocar un gorro de plástico. Dejar puesto por 4 horas y pasar un peine especial para eliminar piojos y liendres (se adquieren en las farmacias). Lavar el cabello con el champú acostumbrado.
Para la anemia: Consumir la pulpa de 1 chirimoya todos los días.
Para la gastritis: Colocar en la licuadora la pulpa de 1 chirimoya y 1 rebanada de papaya picada. Licuar por unos instantes y tomar a diario.
Para la diabetes: Hervir, durante 10 minutos, un manojo de hojas de chirimoya en un litro de agua. Retirar del fuego y dejar refrescar. Colar y tomar por tazas durante el día.
RECOMENDACIONES
– Conservar esta fruta a temperatura ambiente ya que al ser una fruta tropical no soporta bien el frío.
– No consumir sus semillas porque se consideran venenosas.
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