Agustín Laje: «Javier Milei ha logrado un triunfo histórico»
Afirma que los medios de comunicación y las encuestadoras manipularon al pueblo al querer convencerlos de que candidato liberal no tenía ninguna oportunidad.
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¿Por qué, como ha ocurrido en Perú o España, todas las encuestas se equivocaron respecto al triunfo de Javier Milei en las PASO?
Porque la mayoría de las encuestadoras funcionan como aparatos al servicio de la partidocracia. Son contratadas por políticos que pagan para que digan lo que ellos quieren que se crea. De esta manera, consiguen que los medios de comunicación generen a su vez determinadas expectativas, influyendo en el voto de la ciudadanía. Es un juego muy perverso.
Con este triunfo de Milei, ¿cuáles son las posibilidades de que llegue a una segunda vuelta frente a Patricia Bullrich? ¿O aún es probable que el kirchnerista Sergio Massa participe en un balotaje?
El escenario es de tres tercios. Faltan dos meses de campaña. Todo puede pasar. Lo que ha demostrado Milei es que los medios de comunicación y las encuestadoras manipularon al pueblo: quisieron convencernos de que Milei no tenía ninguna oportunidad, y Milei terminó logrando un triunfo histórico. Ahora bien, hay más de un 30% del padrón que no concurrió a votar. Este es el dato más importante de todos de cara a octubre: ¿quiénes componen ese 30%? ¿Apáticos y desesperanzados que no tuvieron incentivos para ir a votar? ¿O acaso masas clientelares que no fueron oportunamente movilizadas? Si se trata de lo primero, es una buena noticia para Milei: las personas desesperanzadas ahora pueden tener esperanza. Si se trata de lo segundo, es una buena noticia para Massa: el peronismo podría movilizar a esas masas para mejorar su performance en octubre. Creo que todavía falta mucho, y todo puede pasar.
¿Por qué los votos del kirchernismo están, en su mayoría, en la capital? ¿Por los subsidios?
Los votos del kirchnerismo han estado siempre en los lugares más carenciados, no porque hagan algo por los pobres, sino porque han mantenido pobres a los pobres para lograr dominarlos políticamente. La gran sorpresa que dio Milei consiste, entre otras cosas, en haberle arrebatado todos los distritos más pobres al kirchnerismo. O sea, el voto de los pobres en Argentina ha ido a Milei, en una muestra de dignidad sin precedentes. Parecen decirle al poder: “queremos trabajar, queremos ganar nuestro propio pan, no queremos más vivir como rehenes de los políticos de turno”.
Analicemos las propuestas de Milei. Él ha dicho que va a eliminar varios ministerios inútiles y que va a dolarizar el país. ¿Lo podrá hacer?
Dependerá de las alianzas políticas que logre hacer. No tendrá mayoría en el Poder Legislativo, y eso será ciertamente un gran obstáculo. No obstante, sus relaciones con Mauricio Macri son muy buenas, y creo que allí podría residir una clave estratégica. Además, Milei ha dicho que hará uso de dos recursos más: consultas populares directas, por un lado, y el gasto público, por otro lado, que lo irá recortando cada vez con mayor intensidad de modo de torcer el brazo de la casta política. Sabemos bien que el nervio más delicado de la casta es su propio bolsillo, y Milei tendrá cómo meterse en el bolsillo de esa lacra inmunda que son los políticos argentinos.
Si gana Bullrich, ¿se corre el riesgo de que no se tome el toro por las astas y solo se lleven a cabo reformas graduales y paulatinas, como ocurrió con Mauricio Macri?
Efectivamente. Bullrich integró el gobierno de 2015-2019. Recordemos que ese gobierno prometió “cambio”, de la misma forma que lo promete hoy. Sin embargo, ya tuvieron sus cuatro años de oportunidad para cambiar algo en la Argentina, y no cambiaron nada. Al contrario, el gobierno macrista fue tan malo que tendió una alfombra roja para que volviera el kirchnerismo al poder. La paliza que le pegó Alberto Fernández a “Cambiemos” en 2019 es fruto del desastre de ese gobierno. ¿Por qué Bullrich vendría a hacer cambios verdaderos ahora, si no los hizo cuando estuvo en el gobierno?
En el Perú, hay periodistas progresistas (caviares) que han tenido el cuajo de comparar a Milei con Antauro Humala, que es un ultranacionalista –apuesta por una economía cerrada– y purgó condena por el asesinato de policías.
Desconozco el caso, pero el periodismo, en general, no maneja ninguno de estos conceptos. Incluso el periodismo político, en mi país, da un poco de vergüenza ajena. Hablan con términos que no saben definir. Hacen afirmaciones que no pueden sostener. Por eso la gente cada vez escucha menos a los periodistas.
Por Aaron Salomón
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