
A+
El papa Francisco encabeza la ceremonia de la Pasión de Cristo del Viernes Santo como acto previo a lo que será el Vía Crucis.
El Sumo Pontífice se recostó en el suelo -como hace todos los años- para orar sobre un cojín de terciopelo ante el Altar de la Confesión, bajo el que descansan los restos del Apóstol Pedro.
El color rojo de su vestimenta, símbolo de la caridad, se emplea en los Viernes Santo y en otras celebraciones, como el domingo de Pentecostés.