Añaños venció a SL
Añaños venció a SL
Muchos migran en el peligro, otros confrontan. La familia Añaños tenía en San Miguel (Ayacucho) una pequeña chacra hasta que la llegada de Sendero Luminoso los forzó a migrar… No se fueron a Lima como todos, sino a Huamanga, allí mismo en Ayacucho, hacia el ojo de la tormenta, porque los Añaños no se corren. La visión de esta familia es increíble en un país tan perplejo. Vieron que los ayacuchanos, por la corrida de las grandes empresas de bebidas, se quedaban sin gaseosas. Así, combatieron al terrorismo en su propia cara, haciendo capitalismo popular y construyendo desde cero. Se instalaron en un pequeño taller y elaboraron la fórmula de una nueva gaseosa.
Los Añaños tuvieron el coraje de hipotecar su casa y arriesgarlo todo para comprar maquinaria e insumos y crearon su propia estrategia: “el precio justo”. Así llega Kola Real, que en pocos años no solo conquistaría el mercado peruano, sino a veintisiete países.
Carlos Añaños dice que un factor de éxito fue no haber tenido recursos. “No nos podíamos permitir el lujo de fracasar”. Hoy y en tiempos álgidos como los 80, pone en valor para el mundo las papas nativas y el café del Vraem y todo lo que puede levantar los ojos al Perú. Dice además lo que suena a capitalismo popular: “Lo que hay que hacer es que las empresas inviertan más y se desarrollen más para dar un empleo digno a todos los peruanos”.
Añaños, sencillo, lúcido con una mirada total de la realidad, representa el trabajo y la inventiva de quien realiza sueños y sabe cómo debería ser la dinámica exitosa de un país. Hasta ahora cuesta entender por qué el Perú dio su confianza a un engolado farsante como Toledo o a un peligroso Castillo y hasta a populistas y rojos destructivos, cuando la respuesta la tienen los héroes de la economía que construyen desde la nada, como desde la nada se puede construir un gran país.
Cuando en las dificultades que a todos tocan no me he atrevido a arriesgar por no perder más, pienso en los Añaños y en la hipoteca de su casa para desde cero subir hasta conquistar el mundo. Bien vendría escribir una biografía, pero por ahora me centro en decirle al país que hay personajes que hacen de esta charca agitada por la violencia un lugar donde hay de vez en cuando quienes siempre pueden liderar la esperanza.