Atención al 2025
Atención al 2025
Para el horóscopo chino, este será el año de la serpiente de madera, augura un período de mucha transformación. Será muy activo, con cambios profundos y oportunidades para quienes se adapten a ellos y busquen crecer personalmente. La marea viene; quien se resista a esta no se desarrollará, en concreto, no le irá bien. Como para tomarlo en cuenta.
De hecho, para el Perú será una etapa netamente electoral. Claro que estos primeros meses, el país entero estará en el verano, la cervecita, o sea, en nada. Eso lo aprendimos de un expresidente de la Sociedad Nacional de Industrias. Un acertado diagnóstico del ánimo nacional en estos meses de calor.
Además, para bien o para mal, el Congreso está cerrado o funciona de manera limitada. Y aunque la nueva presidenta del Poder Judicial no lo crea así (escuche su discurso al asumir el cargo), el Parlamento es el primer poder del Estado. La razón es simple: lo elige el pueblo, el soberano, vía votos y democráticamente. A los otros estamentos, no. Son poderes independientes, evidentemente, pero no son elegidos por la voluntad popular.
En esta digresión cabe añadir que el Poder Judicial está extremadamente politizado y, como el Legislativo, goza de poquísima credibilidad.
El ministro de Economía, que está trabajando acertadamente, aunque (siempre) podría hacer más, prevé un crecimiento de 3% para el 2025. Algo positivo, en medio de todo. Quiere mejorar la recaudación. La SUNAT está ‘indagando’ a un buen número de contribuyentes de manera bastante arbitraria. Como dijo un empresario amigo: “fastidia inútilmente al supervisar a formales. Pero, en fin, paciencia nomás”. Mientras la informalidad crezca, la recaudación bajará.
En lo político, otra información menos oficial es lo que se denuncia en redes: están llegando cubanos en masa, hecho preocupante que debe confirmarse. Que sepamos, el gobierno de Dina Boluarte es el más afectado con la actividad subversiva de la embajada cubana en nuestro país. Ya tenemos a gente vinculada a Maduro y al Tren de Aragua. A despertarse entonces.
Serían tontos los políticos si no denuncian con vigor y convicción la barrabasada que es el acuerdo firmado con Odebrecht. El monto de reparación irrisorio, el excluir obras corruptas, etc., etc. Si no se involucran, perderán el favor popular y mantendrán en Fiscalía y el PJ a gente tolerante con la corrupción más lacerante vivida en el Perú.
El Congreso y la clase política se concentran en el caso ‘el cofre’ y en la penosa muerte de una trabajadora parlamentaria. Alucinan que golpearán así al régimen. Pero, ¿conviene debilitar más al gobierno y eventualmente vacarlo? Solo la extrema izquierda y los progresistas impulsan ello. Quienes quieran jugar en favor de Antauro Humala, la violencia y el caos, saldrán trasquilados.
En contraparte, el gobierno debe esforzarse en avanzar tanto en proyectos de inversión pública como en brindar estabilidad política, aunque sea demolido por sus adversarios diariamente. Pero eso es la política.
El régimen debe contener la delincuencia de manera frontal. Estamos hartos de que nos roben lo poco que tenemos, la abyecta extorsión y tantos otros pesares. El mar de fondo de nuestras desventuras es la grotesca corrupción que padecemos en municipios, gobierno central, Poder Judicial; está por doquier. Que el año de la serpiente transforme este infortunio, eliminándolo. Difícil, pero no imposible.
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