Boluarte: legitimidad gravemente herida
Boluarte: legitimidad gravemente herida
La presidente Boluarte ha dado una conferencia de prensa en la que ha querido dar por finalizado el tema de los Rolex y las joyas de supuestos decenas de miles de dólares. Lejos de aclarar algo que en realidad debió encar hace muchos días ha optado por aferrarse a una versión poco creíble, pero conveniente para su estrategia penal presente y futura: los relojes fueron préstamos hechos por el gobernador regional de Ayacucho, Wilfredo Oscorima, para que los pueda lucir y “pueda representar bien al Perú”. Lo demás era bisutería fina, es decir cuestiones no costosas. Curioso lo de representar al país pues se entendería que eran para usar en actos fuera del país; sin embargo, se ha dejado ver con esos artículos de lujo -relojes- en actividades internas en el país, incluso en zonas populares.
Su versión además implicaría que Oscorima compre relojes de mujer para luego prestarlos y finalmente recuperarlos; además de no tomar en cuenta la muy polémica reputación del ayacuchano que incluso pasó una temporada prófugo, entre otras complicaciones. El solo hecho de aceptarle un obsequio a este personaje ya habla mal de la presidente, además de confirmar su frivolidad. En las declaraciones previas de Boluarte y Oscorima la historia era distinta, es decir han cambiado de manera extraña sus versiones, lo que genera una atmósfera clara de no transparencia. La mentira en otros países ha llevado a destituciones de mandatarios.
Pero analicemos más allá de la hojarasca: un cuestionado amigo le hace extraños préstamos en especies a la Presidente. La Presidente acepta y curiosamente este amigo obtiene para su región asignaciones de presupuesto público también raras, en particular una para construir un estadio innecesario valorizado en 100 millones de soles. Es decir, la trama se vuelve más compleja y pareciera apuntar a intercambio de favores oscuros, aprovechamiento, enriquecimiento fácil, entre otras derivadas que implican también dinero público.
Boluarte y Oscorima aferrándose a esta versión podrán librar, con algo de suerte, las dimensiones penales del escándalo; ella además podrá darle a sus interesados aliados en el Parlamento -que seguramente tienen posiciones en el Ejecutivo como Acuña que controla el MNSA- un predicamento que esgrimir cuando la prensa los aborde cuestionando su blindaje. No habrá vacancia claramente, pero ella ve muy disminuida su imagen, su legitimidad. De haberse producido el debate en el pleno del Congreso por una moción de vacancia que al final resultó infructuosa por parte del bloque parlamentario más ultra la Presidente hubiese salido bastante golpeada. Aunque ello no ocurrió, estimo que los escándalos no van a terminar con este asunto.
Este proceso me recuerda un poco a los tiempos de Alejandro Toledo en el poder: una corrupción de la que nadie tenía dudas. pero que los sectores democráticos, si bien ejerciendo una crítica más abierta, ignoraban en parte pues la meta era hacer llegar al chakano a la entrega del mando, en buena medida porque fue el primer gobierno democrático elegido en las urnas post Fujimori. Hoy se juega un poco a eso, pero olvidan que el peruposibilista tenía el crédito de la lucha contra la dictadura y su legitimidad venía directamente del voto popular hacia su persona. Boluarte es una presidente sustituta, y reemplazó a un golpista, que antes fue su aliado. Los que juegan cínicamente a sostenerla a cualquier precio político y social deberían evaluar ello.
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