China, EE. UU., Perú y la geopolítica

China, EE. UU., Perú y la geopolítica

A raíz de los avances del megapuerto de Chancay y los de Corío, puertos que dominarán el Pacífico Sur, se está calentando el enfrentamiento entre Estados Unidos y China. Algunos elementos que están contribuyendo a esto son la visita de estado que efectuará la presidente Boluarte al presidente Chino Xi Jinping, la negativa peruana a financiar el tren Acre-Chancay, el montaje de plantas de ensamblaje de autos eléctricos chinos en Chancay y otros

En el caso de Chancay y Corío, no debe de haber escapado a la atención de las autoridades chinas que el embajador peruano en EE. UU. , Alfredo Ferrero, haya dado una conferencia para atraer inversiones a Corío, para que sirva de contrapeso de Chancay y así evitar que China domine el comercio en el Pacífico sur. Precisando que la “la idea es que el gobierno americano convoque a los posibles interesados para que hagan la inversión”. Por lo que esto debe de haber contado con la aceptación del gobierno de Biden. Por su parte la ministro de Comercio Exterior indicó que “Estamos empezando las conversaciones, pero hay un interés serio y real puesto de manifiesto”.

Debiendo destacarse que lo anterior se ha concretado pocos días antes que la mandataria Dina Bolurate viaje a China.

Otro tema de conflicto entre los dos colosos es el del ingreso de los autos eléctricos chinos a EE. UU., vía TLC Méjico-USA, que tiene que ver con nosotros porque vamos a tener una o dos plantas de ensamblaje de autos chinos también. Y el Grupo comercial de manufactura estadounidense instó a la administración Biden a tomar las medidas necesarias para bloquear la importación de vehículos de fabricantes chinos de bajo costo desde México, pues podrían terminar extinguiendo el sector automotriz de EE. UU. El problema se acentuó cuando los medios informaran que la china BYD tiene planes de establecer una fábrica de vehículos eléctricos en México. Por lo que plantearon que se termine su TLC con Méjico si ese país aceptara la instalación de la referida fábrica. Por lo que habría que preguntarse ¿cuál sería la reacción de EE. UU., si a través de nuestro TLC los chinos trataran de exportar autos de bajo costo, a EE. UU.? Por lo que las autoridades peruanas deberían de advertir eso anticipadamente.

De otro lado hay considerar que Boluarte está visitando China cuando esta enfrenta serios cuestionamientos. Es así que el secretario de Estado de EE. UU. denunció que China está proporcionando un apoyo crítico al complejo industrial de defensa de Moscú, lo cual está prolongando la guerra con Ucrania . Por lo que eso tiene que terminar. Por su parte el secretario general de la OTAN declaró que “China no puede seguir manteniendo relaciones comerciales normales con países de Europa y, al mismo tiempo, alimentar la mayor guerra que hemos visto en Europa desde la Segunda Guerra Mundial”. Por lo que la visita de estado de Perú podría interpretarse como que se estaría avalando el comportamiento chino. ¿No hubiera sido mejor postergar la visita presidencial?, después de todo, la visita del presidente chino todavía es en noviembre.

Por lo que, tal como lo manifestáramos en nuestro artículo del 18.03.24: “a nosotros nos conviene mantenernos equidistantes entre China y EE. UU., dejando que compitan entre ellos (como por ejemplo en el desarrollo del puerto de Chancay versus el de Corío, auspiciado por capitales norteamericanos). Pero en la situación actual es evidente que el gobierno de Boluarte está más cerca del coloso asiático que del norteamericano”.

Mira más contenidos siguiéndonos en FacebookXInstagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.