Cómo volver a la normalidad del bien de las cosas
Cómo volver a la normalidad del bien de las cosas
La promesa de volver a la normalidad fue el engaño más efectivo para lograr que la población mundial acepte ir al matadero de la vacunación genocida creyendo que era por su bien.
Luego, nos introdujeron el concepto de la “nueva normalidad”, ya no era volver a la normalidad, sino que nos decían entre líneas: “Acéptalo, nunca volverá a ser como antes, tendrás que someterte a una ‘nueva normalidad’ con nuestras reglas, nuestras formas de vida que te vamos a imponer desde tu gobierno.”
La “nueva normalidad” es la imposición del Nuevo Orden Mundial, Gobierno de la ONU sobre las naciones, que pierden su soberanía para sujetarse a las reglas, a la Constitución y formas de manejo económico, político y social de un perverso sistema de poder mundial anticristiano.
Lo que explica la utilización del Foro de Sao Paulo, y el manifiesto interés en llevar a partidos de izquierda al poder en las naciones latinoamericanas, de profunda fe cristiana, para presionar el cambio hacia el anticristianismo Constitucional, legal y vivencial de los pueblos.
Previeron que la salud sería la gran justificación para imponer medidas inconstitucionales e ilegales con el pretexto de salvar vidas de una población quebrada moralmente por la campaña mediática de terrorismo psico-bio-social, que exacerbó el dolor y temor de ver morir familiares y amigos.
La aparición de una vacuna en cinco meses no podía ser más oportuna para nueve mil millones de seres humanos escondidos en sus casas esperando la salvación, ya en ese estado no razonaban, sólo actuaban obedeciendo lo que disponía su gobierno, el plan genocida funcionó perfectamente para la organización criminal internacional y sus secuaces nacionales.
Aturdidos por el pánico a la muerte, no cuestionan por qué los gobiernos están imponiéndoles formas de vida, desde lo atinente a su salud hasta cómo educar a sus hijos, ámbito de la intimidad personal que no puede ser invadido por el Estado, y han aceptado suspensión de derechos humanos y hasta la muerte civil de inocentes, tampoco cuestionan por qué les han introducido un chip sin su consentimiento, aunque sospechan que algo tiene que ver con la “nueva normalidad” y el control digital de los seres humanos.
La humanidad debe luchar por volver a la verdadera normalidad del bien de las cosas, y para ello sólo necesitamos no someternos a los dictados de la falsa “nueva normalidad”, desactivar los chips por medios electrónicos para desconectarnos de la red de dominación mundial y declararnos LIBRES.
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