Mientras que muchos países del mundo luchan para mantener sus cultivos con menos pesticidas y otras sustancias nocivas que desencadenan diversos efectos en la salud humana, el Perú cuenta con la Ley de Moratoria N° 31111, que impide el uso de los transgénicos hasta 2035.
Con esta medida, cultivos como el algodón y el maíz están a salvo de intervenciones riesgosas. Así lo confirma la experta Higuchi, quien indicó que la eliminación de esta moratoria causaría un impacto en la agrobiodiversidad andina y amazónica, entre otros efectos.
Hoy en día, los mercados internacionales buscan y prefieren alimentos orgánicos que no contengan elementos transgénicos y el Perú goza de esta riqueza que poco a poco se posiciona a nivel local y en el extranjero. Sin embargo, existe a la fecha una propuesta por parte del Midagri, que busca modificar la ley e introducir semillas transgénicas de maíz y algodón en la costa peruana con lo cual, según los grupos que se oponen, afectaría en forma negativa la agroexportación.
La riqueza de nuestra biodiversidad debe preservarse y alentar su cultivo de una manera sostenible, pues en el caso del algodón su calidad es reconocida en el mundo y se recibe un buen precio. Al 2022 el precio del quintal del algodón rama Tangüis (que es el algodón de fibra larga) fue de 310 soles, el Pima (fibra extra larga) 370 soles el quintal.
En cuanto a exportación, las cifras de Agraria.pe señalaron que en 2021 las exportaciones peruanas alcanzaron los US$ 1.66 millones. Para el 2023 se exportó por el valor de US$ 19 millones un 15.6% más que el 2022. Junto a ello existen más de 8,000 agricultores familiares que cultivan este producto a lo largo de los valles costeros de Ica, Lima, Áncash, Piura y Lambayeque. A esta cadena de valor se le unen las más de 13 mil empresas de hilados y tejidos. Además, existen un sinfín de empresas de confecciones, la mayoría Mypes.
De ingresar las semillas transgénicas, los expertos como el Ing. Gomero, afirman que se promovería el monocultivo, poniendo en riesgo la agrodiversidad y la soberanía alimentaria. Se alteraría la genética de los cultivos produciendo un aumento de la resistencia a herbicidas.
El cultivo de algodón en el Perú es milenario y cada vez tiene más prácticas sostenibles y respetuosas con su entorno. De allí, que la producción de algodón orgánico está en aumento, lo cual atrae a empresas que aprecian la sostenibilidad. El Perú es reconocido por este cultivo y uno de los principales exportadores de algodón Pima en el mundo.

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