¿Cuándo se construirá la sede Consular y Cultural Peruana en Arica?
¿Cuándo se construirá la sede Consular y Cultural Peruana en Arica?
El Tratado de Lima, firmado el 3 de junio de 1929 –gobernaba Augusto B. Leguía (1919-1930)–, solucionó para siempre la delimitación terrestre entre Perú y Chile. La marítima, el fallo de la Corte Internacional de Justicia del 27 de enero de 2014. Al cumplirse 95 años de este instrumento jurídico bilateral, mirando la historia, recordemos que el Tratado de Ancón, firmado en 1883, y que puso fin a la guerra entre ambos países, debió abrir una etapa distinta. Pero no fue así. Chile se comprometió a celebrar un plebiscito para los territorios de Tacna y Arica –A Tarapacá la perdimos a la sola firma del tratado–, pero fuimos cándidos y no leímos que su plan expansionista de chilenización era de realización imperturbable desde los tiempos de Diego Portales a mediados del siglo XIX. Estados Unidos de América nos prometió la recuperación de Arica y Tacna, y al final solo conseguimos la reincorporación de la heroica Tacna al seno de la patria. El acuerdo con Chile nos exigía realismo político-diplomático y eso hicimos, por lo que Leguía fue injustamente satanizado y hasta por odio político fue sometido al más cruel ensañamiento, fue encarcelado y murió preso. En 1999 Chile concretó los pendientes señalados en el artículo 5 del Tratado: la construcción de la estación terminal ferroviaria Tacna-Arica, el malecón de atraque y el edificio de aduanas. Aunque no hemos aprovechado hasta ahora dicha servidumbre a nuestro favor, Chile efectivizó el sacrosanto principio del derecho internacional denominado Pacta Sunt Servanda que significa cumplir lo pactado y eso fue lo relevante y debemos reconocerlo. A 95 años de la firma, lo importante es que ambos países concluimos en 1929 nuestros problemas terrestres gracias a este tratado que tiene carácter perpetuo. Cuando fui canciller, y contando con la aquiescencia del entonces presidente de la República, Pedro Castillo, decididamente inicié el proceso definitivo para la construcción de la nueva sede consular y cultural peruana en nuestra propiedad privada “El Chinchorro” en Arica, protegida por el artículo 7° del Tratado de 1929 y por la propia Constitución chilena que consagra el derecho de propiedad (Art. 19 N° 24 incisos 1 al 5). A pesar de hallarse ya cubierto gran parte del costo de la construcción y de la enorme disposición del ilustre y filántropo tacneño, Julio Salazar Moscoso, el “Patriarca de los Peruanos en el Exterior”, que me llamó a Torre Tagle para expresarme su total e inmediata disposición contributiva para hacer realidad esta obra sin excusas y tantas veces postergada, lamentablemente como ha pasado en la actitud de nuestra clase política bicentenaria, mis sucesores lo han dejado para las calendas griegas. Concluyamos el proyecto y así lleguemos al centenario de la reincorporación de Tacna al Perú, el 29 de agosto de 2029, con una mega sede consular y cultural que haga realidad la memoria colectiva de los peruanos que vivieron durante la referida etapa de la chilenización y no con aires de odio o revancha. ¡No! Más bien para relievar el valor inconmensurable de nuestro pasado en Arica y de cada peruano que vivió en ese espacio que fuera parte de la patria en señal de respeto de sus almas que allí circundan, y de sus cuerpos que allí reposan, y desde luego, mirando el futuro en el que podamos confluir con Chile sin ningún prejuicio, pensando en la integración bilateral como corresponde y nos merecemos, y a la que debemos ponerle todo nuestro empeño y mayor disposición.
Excanciller del Perú e Internacionalista
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