David frente a Goliat en la pesca

David frente a Goliat en la pesca

Hace poco más de tres años, el gobierno de la República Popular China sorprendió al mundo al informar que sus embarcaciones industriales de aguas distantes, que pescan calamares al borde de las aguas jurisdiccionales de Perú y Galápagos, se alejarían al menos diez millas de dicho límite. Lo hicieron ante repetidos cuestionamientos contra su flota, que ingresaba a capturar clandestinamente recursos pesqueros a aguas jurisdiccionales peruanas y ecuatorianas. Al momento en que tomaron esta decisión, estaba claramente caracterizado un modus operandi que consistía en apagar sus equipos satelitales cerca al mar peruano, para ingresar a éste sin ser detectados y pescar ilegalmente. Luego retornaban a aguas internacionales.
Esta medida se complementó con el hecho de que Perú decretó, en 2020, que dichas naves debían usar un dispositivo de seguimiento satelital peruano, si es que deseaban entrar a nuestros puertos y astilleros. Gestión que le confirió a Perú una herramienta para recibir información satelital directa y no manipulada, y generó una tregua durante poco más de dos años. 2021 y 2022 transcurrieron sin mayores incidentes; pero, desde mayo de 2023, estas embarcaciones volvieron a la carga ingresando masivamente a Perú, que dejó de exigir el equipo satelital a quienes emplean nuestros servicios portuarios. Realizaron más de 150 entradas a nuestros puertos, exacerbando a las comunidades de pescadores por no utilizar el dispositivo satelital nacional que les demanda la norma vigente.
PRODUCE solo ha sancionado un caso de pesca ilegal perpetrada a finales de 2023. Corresponde a la embarcación Tian Xiang, que habría pescado por casi 2 horas en la milla 184, el 19 de septiembre de 2023, como establece la Resolución Directoral 00623-2024-PRODUCE/DS-PA. El Estado peruano los sancionó, en marzo pasado, con la ridícula suma de 250 soles. Mientras a los nacionales se les asfixia y persigue, a quienes capturan tramposamente nuestra pota y compiten deslealmente, los eximen y dispensan.
Al tiempo que escribo esta columna, hay aproximadamente 250 grandes barcos chinos pescando vorazmente en nuestro límite de 200 millas. Han desestimado la instrucción de faenar a 10 millas del límite del Mar de Grau. Buques con 30 veces más capacidad de bodega que nuestras embarcaciones artesanales, desplazan a estas últimas, obligándolas a moverse a zonas de pesca poco idóneas. Pero el caso se agrava porque en las últimas semanas, nuestros pescadores artesanales identificaron a más de 25 barcos chinos, sin el dispositivo satelital peruano, dentro de nuestro territorio realizando faenas de pesca. Denuncias de esta índole se han reiterado constantemente, y los culpables serían sancionados si el Estado peruano hiciera cumplir sus propias normas.
El resultado de esta pasividad es que China, ya no el Perú, es el primer productor mundial de pota. Se ha facilitado, con los comportamientos descritos, que esto suceda. Esta vez, David no ha podido vencer al Goliat asiático. El relato bíblico se distorsionó y ahora parece que algunos coterráneos del pueblo de David están interesados en que el gigante filisteo avasalle a su patria.
Tenemos una nueva administración en el Ministerio de la Producción. Ésta ha heredado un enorme problema y tiene la inmensa responsabilidad de revertir tal situación. Ha enviado una señal positiva, al anunciar públicamente que tomaría medidas efectivas para solucionar este asunto que se está desbordando y generando alteraciones sociales y políticas. Tienen que tomar la decisión correcta en breve. Deseamos que estén a la altura de este reto que, felizmente, solo les demandará una cosa: cumplir y hacer cumplir la ley.

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