Del OSI1000oFICIOS al osidelivery
Del OSI1000oFICIOS al osidelivery
No habían pasado ni 48 horas desde la cumbre matutina entre el primer ministro Gustavo Adrianzén con la CONFIEP (20/5/24), cuando fue anunciado el inminente nacimiento de un gigantesco superregulador (Comisión de Constitución 22/5/24): Inmersos en el sentimiento de la reactivación, entre gallos y media mañana, se gestó en la cita este embrión “mañanero” a partir de la fusión de cuatro organismos reguladores: Osinergmin (electricidad, petróleo, gas, minería), Ositran (carreteras, ferrocarriles puertos y aeropuertos), el (telefonía y transmisión de datos) y Sunass (agua).
No es la primera vez que se busca con afán este alumbramiento, que esta que esta vez se podría concretar si el Congreso otorga al Ejecutivo la facultad de legislar en el último de los 59 pedidos (3.1.59) que figura bajo el inocente rotulo de: “medidas de articulación y coordinación de los organismos regulatorios”, cuando en realidad se estaría buscando una reestructuración de un sistema que ha funcionado con eficiencia, de menos a más, durante los últimos 30 años, que merece un sustentado debate público. Siempre se ha desechado esta pregonada fusión que cuenta con varios gonfaloneros, siguiendo aquel sabio refrán: “Quién mucho abarca poco aprieta”, porque al juntar en un solo puño mercados tan variados, que son altamente concentrados y endiabladamente complicados, se debilitaría la capacidad regulatoria con el anunciado OSI1000OFICIOS y más temprano que tarde, se potenciará el cabildeo a límites inimaginables, ya que la nonata criatura tendría la discrecionalidad en: tarifas, multas, inspecciones, licencias, autorizaciones, etc. y, podría terminar convirtiéndose en un OSIDELIVERY.
¿Quién lanzó el empujón final para que la PCM se embarque en este verdadero parto de los montes? con tantos empresarios en la mesa aquella mañana, es difícil detectar la paternidad, pero, se conoce que vienen trascendentes regulaciones sobre las tarifas de servicios en los puertos y reducción de tarifas de distribución eléctrica, ambos con sazón de chifa; también, por el alza en las tarifas de aguas subterráneas para las industrias, AFIN se ha enzarzado en dimes y diretes con el regulador; se cae por sí sola la prohibición de instalar estaciones de ductos virtuales cerca a los grifos (GNC comprimido), etc. Los defensores de la fusión afirman que es una manera de luchar “contra la captura del regulador” por parte de las empresas reguladas. ¿Usted les cree? ¿Alguien en su sano juicio puede creer que exista algún especialista o especialistas en minería, también pueda serlo, en telecomunicaciones, en agua, en peajes de vías, ferrocarriles puertos, aeropuertos, etc. a la vez? Otro argumento es ahorrar los gastos administrativos (gerencias, personal, alquileres etc.) al evitar multiplicar estos costos por ser solo uno el futuro regulador. Señalan que el presupuesto conjunto de los organismos reguladores bordea los S/ 1.000 millones (superando a los gobiernos regionales de Madre de Dios y Moquegua), añadiendo que tan sólo el presupuesto de Osinergmin alcanza los US$ 163 millones (S/ 610 millones) anuales, sin detenerse a considerar, siquiera por un instante, que tiene que regular sectores que facturan anualmente US$ 46 mil millones.
Y respecto a que la fusión es una recomendación de la OCDE para crear un regulador multisectorial, el presidente de Osiptel Rafael Muente lo ha desmentido: “Dicha afirmación es falsa”. Lo que recomienda la OCDE, es crear un área de supervisión de las normas de regulación que emiten todos los niveles de gobierno, a fin de que no se atente contra la competencia o que se generen barreras de acceso para los ciudadanos.
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