Desafíos estructurales para lograr productividad en el Perú

Desafíos estructurales para lograr productividad en el Perú

El Perú ha sido durante años un ejemplo de crecimiento económico sostenido en América Latina. Sin embargo, este crecimiento no ha venido acompañado de mejoras significativas en la productividad ni en el desarrollo del país. Este fenómeno ha perpetuado altos niveles de pobreza y pobreza extrema, situación que se evidenció de manera dramática durante la pandemia de Covid-19. Perú fue uno de los países más golpeados tanto económicamente como en términos de mortalidad por porcentaje de población.

La competitividad, más que un simple indicador económico, es un reflejo de la capacidad de un país para proporcionar bienestar a sus ciudadanos mediante el uso eficiente de sus recursos y habilidades.
El Ranking de Competitividad Mundial evalúa a 67 países en base a cuatro pilares clave: desempeño económico, eficiencia del gobierno, eficiencia empresarial e infraestructura. En Perú, la encuesta es elaborada por Centrum PUCP, y el Institute of Management Development (IMD) de Suiza.

Perú ha caído a su mínimo histórico en este ranking: del puesto 55 de 64 países en 2023 al puesto 63 de 67 países en 2024. Vale resaltar que, en cuanto a eficiencia empresarial, Perú descendió hasta el puesto 60. Esto expone problemas en la productividad, gestión empresarial y condiciones del mercado laboral.

La posición del Perú en este ranking subraya una cruda realidad: el crecimiento económico no se ha traducido en desarrollo sostenible ni en mejoras en la calidad de vida para la mayoría de sus habitantes en lo que va del siglo.
El Perú ha experimentado periodos de crecimiento económico impresionante, como en los primeros 18 años del siglo XXI, donde el crecimiento del PBI llegó a 9.1% en 2008, solo superado por China. Sin embargo, la crisis financiera global de 2009 redujo este crecimiento a apenas 0.9%, debido a la caída de los precios de los commodities y una significativa disminución de la inversión nacional y extranjera.

Hoy, se estima que Perú crecerá más de 3% en 2024, un porcentaje que, aunque modesto, es notablemente alto en comparación con el crecimiento proyectado de otras economías globales, como la Unión Europea (1%) y Estados Unidos (2%). A pesar de este crecimiento, el país sigue enfrentando niveles históricos de baja productividad, lo que mantiene la pobreza y la pobreza extrema en niveles alarmantes.

Para romper este ciclo de crecimiento sin desarrollo, es fundamental abordar una serie de desafíos estructurales que incluyen:

1) Declarar en emergencia la educación, pues en todos los niveles necesita una reforma profunda. Un sistema educativo robusto es esencial para formar una fuerza laboral calificada, que permita al Perú ser un país competitivo, principal requisito para generar un desarrollo sostenido.

Al respecto, el premio nobel de Economía del año 2000, James J. Heckman, en un reciente trabajo ha dejado claro que, para elevar los niveles de productividad de los países, es necesario invertir en educación inicial. Esto tiene lógica, si vemos que los niños, hoy, a través de lectura de imágenes, aprenden a programar desde los 3 años (antes de aprender a leer y escribir), y es hasta los 5 años en que más se desarrolla el cerebro de los niños.

1) Es crucial invertir en infraestructura básica, incluyendo transporte, energía y telecomunicaciones, para facilitar el desarrollo económico y mejorar la calidad de vida.

2) La inseguridad y el crimen organizado son obstáculos significativos para el desarrollo. Es necesario implementar políticas eficaces con un organismo público eficiente y sin corrupción, que garantice la seguridad de los ciudadanos y de las empresas en el país.

3) La inestabilidad política, reflejada en el hecho de que el Perú ha tenido seis presidentes en los últimos ocho años, con un promedio de tres a cuatro presidentes del consejo de ministros por mandato y muchos más ministros, ha socavado la confianza en el Perú, y afecta directamente a las inversiones de corto, mediano y largo plazo, al no ser predecible la situación económica y jurídica del país. Es imprescindible asegurar una mayor estabilidad política para fomentar un entorno propicio para el desarrollo económico.

El Perú se encuentra en una encrucijada. Aunque ha demostrado una notable capacidad para aumentar el PBI, esto no ha mejorado la productividad del país. Es esencial adoptar una estrategia integral y sostenible que aborde los problemas estructurales de educación, infraestructura, seguridad y estabilidad política.

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