Desarrollo comunitario sostenible
Desarrollo comunitario sostenible
Diversas acciones emprendidas para conservar la biodiversidad en las comunidades son posibles cuando el objetivo es encontrar que el bienestar favorezca su desarrollo económico y social.
El desarrollo comunitario sostenible (DCS) es un proceso que transforma la organización comunitaria en lo económico, cultural, socio-político y ambiental. Lo importante aquí es mantener a lo largo del tiempo la participación activa de la comunidad.
Es de esperarse que la convivencia entre el desarrollo comunitario y lo sustentable logre negocios saludables que permitan mejorar la calidad de vida de las personas. Es muy positivo comprobar las acciones comunitarias que viene desarrollando Devida en el valle del Monzón, Huánuco, donde reinaban los cultivos de coca.
Hoy esta zona puede recuperar sus ríos y riachuelos, así como sus territorios antes contaminados por la producción de sustancias ilegales. Allí Devida organizó con 18 comunidades de la zona diversas acciones de DCS, pero especialmente las sociales, es decir aquellas que están ligadas a mejorar las relaciones familiares, a través de acciones recreativas, deportivas y artísticas, incluyendo concursos de canto, pintura y poesía para los más pequeños. También se capacitó a los pobladores para procesar el café durante estas sesiones, lo que permite mejorar habilidades en el manejo de este grano.
Por todo ello el Estado, la empresa y la sociedad deben ser participativas y apostar por objetivos sustentables, para fortalecer la capacidad de gestión y uso eficiente de los recursos naturales. Velar por la biodiversidad solo es posible cuando está vinculada al bienestar de las comunidades, como un elemento fundamental para su desarrollo económico y social.
Por suerte, en el país existen ejemplos de los que se puede recoger lecciones y ponerlas en práctica. Uno de ellos es un hotel en el barrio de San Blas, Cusco, que desarrolló un piloto de dos años con vecinos y hoteles del sector K’antupata. Se encargaron de separar la basura doméstica en tres tipos (orgánicos, reciclables de valor y desechos no reciclables).
Con ello hubo calles más limpias. Los residuos orgánicos fueron convertidos en compost para el reverdecimiento de 1,500 m2 de áreas públicas baldías y áridas, en áreas ornamentales con más de 2,000 hermosos arbustos de flores nativas resistentes a la sequía y poco exigentes de cuidados.
Es cuestión de que las autoridades pongan énfasis y apuesten por el desarrollo comunitario sostenible. Es la actividad más efectiva para lograr la sostenibilidad a largo plazo y gran escala, porque ubica el concepto en un contexto local para contar con resultados de la acción de las poblaciones.