Educación con ejemplo de los maestros
Educación con ejemplo de los maestros
Creo en una sociedad del conocimiento, con un bagaje de información seleccionada que se debe enriquecer con la cooperación internacional. Igualmente considero que el prestigio es una herramienta de trabajo muy útil a nivel mundial . El prestigio está referido al extraordinario y alturado comportamiento de los seres humanos. Esto abarca principalmente a nuestros académicos como referentes culturales. Deben ser principalmente personas con sus valores, no simplemente objetos los que nos distingan. Los seres humanos tienen una categoría distinta a la de monumentos o atracciones turísticas, que hoy tanto se promocionan.
Estoy convencido con la idea de que el Perú no se debe limitar a ser exportador de materias primas, ni promoverse a través de una bebida alcohólica o un plato de comida. Pienso en un Perú fortalecido que exporta inteligencia
En tiempos modernos la Inteligencia Artificial –tan mentada– puede ser un elemento auxiliar, una herramienta para la educación o formación profesional, más nunca puede sustituir a un maestro.
Principalmente es necesario valorar en su dimensión a los maestros. Aquellos que ven en sus alumnos no lo que ahora son, sino que tengan la visión de entender lo que estos aprendices del saber pueden ser mañana en que les toque actuar dentro de la sociedad. Profesores dispuestos a dejar huella de admiración en sus alumnos, así como el reconocimiento de la sociedad. Muchas horas de mi vida las he pasado en las aulas, enseñando. Y esta experiencia la guardo con gratitud, porque la enseñanza obliga a estar al día de los acontecimientos, así como estar dispuesto también de aprender de los alumnos, pero es sustancialmente un compromiso por dar lo mejor de uno. En este contexto debemos, a un mes de su partida, recordar a Iván Rodríguez, quien fuera durante veintiocho años Rector de la Universidad Ricardo Palma, y Maestro de muchas generaciones. Lo conocí cuando fui presentado por el embajador Javier Pérez de Cuéllar quien realizó el laudatio en la ceremonia en la que se me otorgó el Doctorado Honoris Causa.
El doctor Rodríguez estaba convencido de que la calidad del Maestro es lo que prestigia a una universidad, especialmente si este centro de estudios convoca a los que creemos firmemente en una formación humanista. Hace poco el Rector Rodríguez, junto con los ilustres académicos doctores Javier Gonzales Olaechea y Francisco Miró Quesada, presentó mi libro titulado “Un Embajador, Secretos y 111 Anécdotas” publicado por el Fondo Editorial de la Universidad. En esa ocasión hablé con él sobre la edición de una novela histórica que recuerde a Pedro Paulet, el diplomático que solo es conocido por sus aportes científicos; así como la necesidad de promover a aquellos peruanos que han tenido éxito en el exterior.
La educación nos hará líderes. Porfió en mi visión de un Perú con objetivos nacionales que estén enmarcados dentro del fomento de la inteligencia. Nos convertiremos en un país que contribuirá al mundo exportando valores intelectuales y democráticos
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