La reciente sentencia penal contra Donald Trump, cuadragésimo quinto presidente de los Estados Unidos de América, por haber sobornado a una actriz porno, según ha concluido el jurado, más allá de que se trata del primer presidente que ha sido objeto de una decisión jurisdiccional en la historia de ese país, construido como Estado a lo largo de sus casi 250 años de existencia jurídico-política, sigo creyendo que terminará beneficiándolo. Sus enemigos políticos están convencidos que, con esta medida penal –el expresidente estadounidense nunca ha contado con este tipo de imputaciones– han conseguido neutralizar momentáneamente sus aspiraciones legítimas, por cierto, de volver a la Casa Blanca nuevamente como presidente, y no se dan cuenta que lo acaban de visibilizar más de lo que el propio Trump hubiera creído. El excéntrico magnate neoyorquino que alguna vez en su vida dijo que sería presidente de su país, es verdad que llevará a cuestas el epitafio de ser el primer mandatario sentenciado por una Corte penal en la historia estadounidense. Pero Trump no se inmuta. Lo más probable será que, siendo el delito por el cual ha sido sentenciado, uno no violento, y contando con suficiente dinero en la vida, podrá recurrir al pago de fianzas para afrontar las apelaciones que seguramente tenga ya previsto activar. En realidad, no hay nada que pudiera impedir que Donald Trump se constituya en candidato proclamado por el partido republicano para las elecciones de noviembre de 2024. En efecto, en cualquier escenario procesal penal que pudiera sobrevenir, veo a Trump librado de la justicia y seriamente encaminado, primero para ganar las primarias en su partido, que ya será inminente, y luego, para vencer a su rival demócrata de turno, es decir, Joe Biden, actual presidente. Los temores de que Trump vuelva a ser presidente, entonces, está llevando a sus opositores a cometer errores que luego podría costarles políticamente. Veremos como siguen los días en la carrera hacia el poder parte del magnate expresidente, a quien la política debe haberle enseñado algunos recursos y estrategias de campaña como victimizarse, lo que realmente no le sería difícil.

Excanciller del Perú e Internacionalista

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