Ciertamente, el Perú entró en una era oscura con la presencia de nefastos personajes en nuestro sistema judicial como la fiscal Barreto, el policía Colchado, el fiscal Pérez, Morán, el fiscal de la Nación y la CIDH. Citamos a los más mediáticos. Se les paga con nuestros impuestos para torcer la ley y llevar a la práctica un proyecto político corrupto. Una lacra.

El espectáculo que dio el fiscal Pérez en el recién iniciado juicio a Keiko Fujimori, se adelantó al tradicional circo de julio. Ingresó con chaleco antibalas a la audiencia. El lugar es un espacio reducido donde todos andan apretujados e incómodos. Para ingresar se pasa por un control de armas y la policía resguarda el orden en la sala. Entran solo los concernidos. ¿Quién podría estrenar el chaleco antibalas de Pérez? ¿Jaime Yoshiyama, que está mal de los ojos. Giulliana Loza, la abogada de Keiko, José Chlimper?

Todo muy ridículo y propio de este fiscal tan poco preparado para ese delicado cargo. Anteriormente el desequilibrio mental del fiscal Pérez era tomado como parte de un ataque político a su persona. Un grupo de medios lo endiosó tanto que hasta lo vocearon como presidenciable, también se le promovió a hombre del año. Pero luego se fue ‘desdorando’ (como decían mis padres) gracias a su ignorancia en derecho y leyes. Le rechazaron más de 20 acusaciones contra Keiko Fujimori porque estaban mal hechas. Esto lo pinta de cuerpo entero. El fiscal Pérez no sabe su caso, no tiene pruebas, tiene humo.

Ya es común que lo llamen el ‘Loco Pérez’. Ojo, acá describimos lo que ocurre no lo creamos o inventamos. La razón es simple, la mayoría ya se dio cuenta de sus tics permanentes, sus exabruptos, de cómo el odio a ‘La China’ y al fujimorismo lo enloquece, de su insania. En su intervención en la audiencia afirmaba con voz aflautada y gran exaltación, casi gritando: ¡”Aaaquí, vendrán los hermaanos Woong”, como si fueran prontuariados.

Siempre actuando, engolando la voz, teatralmente anunció la citación a: ¡“Dionisio Romero Paoletti vendráaa a narrar cómo bajóoo a la bóveda de su banco y sacó efectivo en 17 ocasiones, para llevarlo en bolsas”! Sectario como es sostuvo que el fujimorismo nació para robar inventando hechos y desconociendo la historia.

El papelón del fiscal Pérez no tiene precedentes en la historia judicial. Evidencia que no tiene pruebas, sí mucha ignorancia jurídica y respecto a cómo se organizan los partidos. Alucinando, gritó en la audiencia que testificará Barata, cuando este perdió la condición de colaborador eficaz ¡exigida por el mismo Pérez! La inestabilidad emocional de este fiscal y su odio visceral al fujimorismo son evidentes. Debería ser separado del caso y sancionado por la Junta Nacional de Justicia (JNJ).

Pero eso no ocurrirá porque Pérez es del cogollo de la argolla corrupta que ha tomado sectores del Poder Judicial. Una mafia que ya llegó a nivel supremo y superior. Lo confirma el fallo de la primera sala constitucional de la Corte Superior que repone a dos miembros de la JNJ separados por el Congreso, advirtiéndole además, poco menos, que no se meta otra vez en este tema. Uno de los jueces espera la ratificación de parte de la tal Junta. ¿Qué haría usted? La ética versus la ‘chamba’.

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