El ocaso del IDL

El ocaso del IDL

Según el fiscal José Domingo Pérez, Gustavo Gorriti es el mejor periodista del Perú reconocido mundialmente. No podía ser de otra forma en vista de que según el testimonio de Jaime Villanueva, el IDL tenía un escritorio en el despacho de Pérez donde revisaba las carpetas fiscales que este tenía a cargo. Pérez dice que es común que los fiscales tengan contactos con los periodistas, es cierto. Pero no es el caso. Ningún fiscal tiene a una periodista metida en su despacho revisando carpetas fiscales que después serán utilizadas contra determinadas personas que consideran enemigos políticos. El IDL ha escrito un artículo para tratar de defenderse de las graves acusaciones fruto de los testimonios de Villanueva: “La desinformación como arma para perseguir y criminalizar al periodismo de investigación”. Curioso. Podríamos darle la vuelta al título del opúsculo y decir la desinformación como arma para perseguir y criminalizar a los enemigos políticos. Porque eso es lo que ha venido haciendo el IDL y Gorriti desde hace mucho tiempo en complicidad con fiscales como Domingo Pérez, Vela Barba y Pablo Sánchez. En su manifiesto el IDL es bastante predecible. Le echa la culpa de su ruina reputacional a Willax de Erasmo Wong, aunque paradójicamente afirma que es un medio de comunicación que no tiene credibilidad.

Luego, para variar recurre a un clásico de clásicos: Keiko Fujimori. Si hay un psicosocial que ha tenido éxito en el Perú es responsabilizar a la señora Fujimorí de todos los males del Perú. En eso el IDL ha tenido arte y parte que no se le puede negar. El IDL odia a Keiko Fujimori como odiaba a Alan García. Los querían presos y lo lograron con una y provocaron indirectamente la muerte del otro. La novedad del manifiesto del IDL es que ahora también responsabiliza al El Comercio. Al IDL le ha molestado que un diario que a través de su jefe de investigación Gabriela Villasís repercutía todas sus “investigaciones”. Ahora le reprocha que haya informado a sus lectores sobre todos los ángulos y personajes de la noticia propalada por Villanueva. Critica que se pida la opinión de expertos penalistas a los que llama “leguleyos”, olvidando que los que trabajan para el IDL han actuado como tal cuando se trataba de destrozar a sus enemigos políticos. El IDL no ha contado esta vez con la complacencia de los medios de comunicación que no han podido tapar la noticia que pone a ese instituto politizado e ideologizado en la picota de haber tejido tentáculos en la fiscalía más allá de una relación profesional y sana entre los medios y la fiscalía. Las cosas claras. El periodismo de investigación que pregona el IDL y Gorriti no son más que una fachada de un cartel político sin ningún control. Pues todo parece indicar que se ha iniciado el ocaso del IDL y su “periodismo de investigación”. Karma.

PS. Luego de escribir este artículo se ha propalado una entrevista a Gustavo Gorriti hecha por la abogada Rosa María Palacios. La entrevista está viciada desde el origen porque la señora Palacios fue la primera en salir a defender a Gorriti ni bien salieron los primeros testimonios de Villanueva hace más de una semana. Es una norma de deontología periodística que ni la señora Palacios ni Gorriti han tenido, pues un periodista no puede ser juez y parte de su entrevista y peor aún que esta la haga una defensora y amiga a ultranza. Si Gorriti quería demostrar valentía como algunos de sus amigos afirman que hizo, debió dejarse entrevistar por un periodista neutral que, más allá de su lamentable estado de salud, le hiciera todas las preguntas y repreguntas correspondientes a su caso y el IDL. Con esto se demuestra que después del escándalo de las revelaciones de Villanueva, Gorriti, el IDL y sus adláteres carecen de credibilidad periodística por más firmas de respaldo que puedan conseguir de “notables” aquí y en extranjero. Como dice el título de este artículo, estamos presenciando literalmente el ocaso del IDL y su director.

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