Escenario de crisis en hidrocarburos por falta de exploración e inversiones
Escenario de crisis en hidrocarburos por falta de exploración e inversiones
La industria de hidrocarburos en nuestro país atraviesa un escenario de crisis marcado por una bajísima inversión en exploración. Para cubrir nuestra demanda petrolera prevalece su importación, en lugar de poner en valor nuestro enorme potencial de recursos. Increíblemente, nuestra producción decayó desde 1980, con 196,000 barriles por día (bpd), a, actualmente, 40,600 bpd. Esta producción diaria no cubre ni mínimamente la demanda del parque automotor e industria nacional, que es de 270,000 barriles de combustibles. Esto nos convierte en netos importadores, afectándonos, además, los incrementos de precios internacionales del petróleo.
Importamos anualmente alrededor de US$ 3,000 millones, principalmente a Estados Unidos, Brasil, Nigeria y Ecuador. Actualmente, el Gobierno peruano está en conversaciones con Ecuador para firmar un acuerdo de importación de “gobierno a gobierno” para abastecer la refinería de Talara, debido a que Perú solo produce el 20 % de las necesidades de la refinería, debiendo importar el 80 %.
Además, el Oleoducto Norperuano no está en funcionamiento: los tramos I y II están paralizados desde 2022, y el Ramal Norte, desde febrero de 2020. Aun así, en los últimos 3 años, Petroperú ha gastado en mantenimiento S/ 395 millones.
Los contratos de exploración de petróleo se han reducido al mínimo, y sin nuevos yacimientos no se podrá reponer las reservas consumidas. En los últimos 4 años ha sido nula la perforación debido a la conflictividad social y a la tramitología para la aprobación de temas ambientales. Al primer semestre de 2024 solo tenemos 5 contratos exploratorios (la menor cantidad desde 1993) y, de ellos, solo 2 están en perforación (como comparación, en 2009 llegamos a tener 68).
Respecto al gas natural, durante la última década fueron mínimos los hallazgos, y su producción muestra una tendencia a la baja, reduciéndose nuestras reservas. Se requiere de mayor exploración para incrementar las reservas que estamos consumiendo desde hace 20 años, buscando nuevos yacimientos, principalmente en zonas de alto potencial como la Cuenca Ucayali, al sur de Camisea, y en zonas de Cusco, Madre de Dios (valle del Cáncamo) o Puno.
La exploración es indispensable para masificar el gas a varias regiones del país a través de gasoductos, como Apurímac, Ayacucho, Cusco, Huancavelica, Junín, Puno y Ucayali, así como para crear una planta petroquímica para fabricar urea, indispensable para la agricultura.
Bajo este panorama, según el Consejo Departamental de Lima del Colegio de Ingenieros del Perú, nuestras reservas probadas de petróleo y gas solo alcanzarían para cubrir la demanda local de los próximos 15 años. Además, hacia finales de la próxima década podríamos convertirnos en importadores netos de petróleo y gas natural.
Al presentarse el déficit energético, nos veremos forzados a incrementar las importaciones de petróleo y gas, con un gran impacto económico negativo debido a la elevación de los costos energéticos.
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