Fiscalizar al Jurado Nacional de Elecciones es abolición de la democracia
Fiscalizar al Jurado Nacional de Elecciones es abolición de la democracia
Constitución :
«Artículo 181.- El Pleno del JNE… Resuelve con arreglo a ley y a los principios generales de derecho. En materias electorales, de referéndum o de otro tipo de consultas populares, sus resoluciones son dictadas en instancia final, definitiva, y no son revisables. Contra ellas no procede recurso alguno».
Si sus miembros son personas probas, el otro requisito es que las elecciones hayan sido limpias. Limpieza certificada tanto por los veedores oficiales y no oficiales del país y del extranjero. Específicamente de comisiones supranacionales: ONU, OEA, Unión Europea, OCDE y la Fundación Carter.
Si se dan estas 2 condiciones, calidad del colegiado del JNE y la certificacion de su pulcritud, está garantizado el resultado de las elecciones; es decir, la permanencia de la democracia.
Si no se dan los 2 requisitos, no habría democracia porque democracia es respeto del voto mayoritario, aunque éste fuera mayoría por un solo voto.
Significa que la tentativa de la actual mayoría congresal de abolir esta autonomía especial del JNE; es decir, querer subordinarlo a la supervisión del Congreso, causaría la anarquía ; pues, no sería respetado el resultado electoral.
Lo racional es defender este artículo 181 y por consiguiente la reelección del actual JNE.Lo
s miembros del JNE son INTOCABLES, no cabe interpelación ni ninguna otra exigencia, realmente no están sometidos a ninguna autoridad ni al Congreso que es el máximo fiscalizador de las instituciones políticas del país.
Para las próximas elecciones generales, ya existen registrados 31 partidos políticos y según la encuestadora Ipsos, se presentarían 25 candidatos presidenciales, posiblemente ninguno tendría la adhesión de una respetable mayoría y se dirimirían la 2da vuelta Keiko y Antauro, que cada uno no pasaría de un dígito de votos. Si se modificara el artículo 181 suprimiendo su última parte, nadie reconocería este eventual resultado final.
Entonces, no habría Presidente de la República ni Presidente del Congreso que lo pueda suplir. Esto sería liquidación del Perú como Estado de derecho.
La tentativa congresal de anularle esta autonomía al JNE, resulta una imposibilidad material y jurídica. Significa que el Congreso que fracasó en su enfrentamiento de poderes y últimamente con la Junta Nacional de Justicia, aquí quedaría en ridículo total.
La Presidenta Boluarte debe garantizar al actual JNE, dejar de lado la campaña artera en su contra y fortalecer al nuevo Petroperú, cobrando a los 5 grandes multinacionales deudoras, hacer petroquímica y recaudar el canon minero: Cimientos del Perú potencia mundial.
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