El 2021 y 2022 la ONU advirtió al Perú que estaba degenerando de Estado de Derecho a Estado de anti Derecho: 1) Ser Estado de Derecho es cumplir su Constitución; 2) Ser Democracia es que la minoría perdedora respete el triunfo de la mayoría.

Entre diciembre 7 (caída-vacancia del Presidente Castillo) y enero 27 últimos, hubo protestas para reponerlo enfrentadas por policías y militares. La CIDH consideró que los civiles, soldados y policías muertos, en total 49, es gravísimo: 3 masacres y probables desapariciones, ejecuciones extrajudiciales y torturas, que el Estado peruano debe investigar, sancionar y pagar las reparaciones.

Existen 2 códigos penales: Uno para los delitos comunes y otro para los delitos de función castrense. En esta investigación, el competente es el fuero castrense que tiene sus fiscales y jueces. Ignorar esto es una calamidad.

En enero 10 se imputa genocidio a la presidenta Boluarte y diligencias preliminares el 4 de mayo a 3 comandantes de la Policía (los 2 de Puno se acogieron al silencio procesal y el de Junín se negó a contestar por no conocer la imputación) y pendientes para junio 2, el Comandante en Jefe de la Policía Nacional, general Raúl Alfaro y el 5 el presidente del Comando Conjunto, general Gómez de la Torre. Sin fecha, la Jefa Suprema de las Fuerzas Armadas y Policiales, presidenta Boluarte. Lo menos que podría hacerse es encarcelar a la Fiscal que es de hecho Jefe de Estado.

Evidente que el estado comatoso es muy profundo; pues abarca a la Nación peruana y su seguridad (Fuerza Armada). Lo advertido por la ONU es, ahora, una realidad. ¿Qué hacer? Al momento se me ocurren 2 cosas: 1) La Presidenta debe solicitar asesoría de la ONU y 2) 3 citas de clásicos sobre el Ejército:

Sun Tzu: «El Ejército es de importancia vital para la Nación, es base de la vida y de la muerte, el camino de la supervivencia o aniquilación, por ello es importante examinarlo».

Maquiavelo: «No veo inútil expresar aquí que el fundamento de un Estado es su buena organización militar ya que sin ello no puede haber ni buenas leyes ni cosa alguna buena».

Confucio: «Si el soberano diera buen ejemplo, no existiría esta plaga de bandidos aunque se le ofreciera premio a los forajidos».

Gandhi: «La moralidad es la base de todo en la vida y la verdad sustancia misma de la moral».

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