Hay que poner límites a China II
Hay que poner límites a China II
Sabemos que China está interesada principalmente en invertir en sectores estratégicos , como electricidad, puertos e infraestructura básica. Es así que si consideráramos todas las inversiones que China adquirió en América Latina entre el 2017 y el 2021 (por $44,400 millones), el 71% es del sector eléctrico (según el Centro de Políticas de Desarrollo de la Universidad de Boston). Por lo que todo indicaría que China aspira ser el dueño del interruptor de la luz de la región.
Casi en todos los países se establecen límites para la inversión extranjera. EE UU tiene diversos límites. Asimismo el gobierno australiano hace poco bloqueó una posible compra por parte de inversores mayoritariamente chinos de la empresa que posee el mayor rancho ganadero del mundo. El bloqueo se concretó luego de que el Consejo Australiano de Análisis de la Inversión Extranjera señalara que la compra era contraria a los intereses nacionales. Y el gobierno de Nueva Zelanda rechazó la oferta del Grupo Pengxin por una propiedad de 13,843 hectáreas, debido a que la operación no mostraba beneficios “insustanciales e identificables” para el país.
Y los activos que iba a adquirir China en los casos en los que se bloqueo la compra, no son tan estratégicos como el monopolio estatal de la distribución eléctrica.
En el caso de China, tiene numerosas limitaciones y prohibiciones . Por ejemplo, Glencore era un muy importante trader de minerales y su principal producto era el cobre, y Xstrata era uno de los productores cupríferos más grandes del mundo. Por lo que la fusión de ambas tenía mucho sentido, y representaba aproximadamente el 7% del suministro global de cobre. De otro lado, China era un cliente muy importante de Glencore, pero tenía mucho interés en Las Bambas. Por lo que la venta de dicho proyecto a China fue una condición que las reguladoras chinas le impusieron al trader si es que quería seguir operando en su país. Y Glencore aceptó la venta.
El anterior es un clarísimo ejemplo en el que China saca ventaja para lograr sus inversiones estratégicas. Ganaron China y Glencore (aprobaron su fusión en China), y Perú, el país dueño del proyecto perdió, porque en lugar que el cobre de Las Bambas se transportara en un hermético cobreducto, los nuevos dueños, los chinos, contrataron cientos de camiones que transitan en una pista de tierra y contaminan la zona adyacente, lo que ha sido motivo de muchas movilizaciones sociales.
En lo que se refiere a la labor de Indecopi de control previo de operaciones de concentración empresarial, viene evaluando la adquisición de Enel Distribución Perú por parte de CSGI desde el 21.04.23, habiendo identificado posibles efectos restrictivos a la competencia en dicha compra . Y según nuestros estimados, el plazo previsto por ley debería de haber concluido en octubre. Indecopi tiene 3 alternativas: aprobar la operación sin condiciones (ya descartada); aprobarla condicionadamente y rechazarla.
En el caso de la compra de Luz del Sur se da como condición que esa distribuidora no pueda comprar energía a generadoras vinculadas a su grupo económico sin una licitación supervisada. Limitación que, entendemos, solo se aplica hasta el 2030. Este tipo de condicionamiento no se debería de aplicar a este caso, porque ahora se trata de un monopolio estatal chino en toda la distribución eléctrica de Lima , Por lo que, considerando lo expuesto en este editorial, creo que Indecopi debería de rechazar la referida operación.
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