Indiferencia intolerable
Indiferencia intolerable
Desde el día lunes de la presente semana viene desarrollándose en la ciudad de Pucallpa un encuentro nacional de todos los representantes de las comunidades indígenas, nativas selváticas y campesinas andinas, organizado por la Defensoría del Pueblo, con dos objetivos esenciales: que las comunidades indígenas comiencen a interactuar entre sí a través de sus representantes directos para evitar manipulaciones por organismos que no responden a sus intereses, y que expresen abiertamente el nivel de satisfacción de sus derechos por parte del Estado para que la Defensoría tenga toda la información necesaria a fin de sistematizar los requerimientos comunes para exigir a los entes del Estado planes concretos de procedimientos estandarizados para dar una respuesta común a problemas comunes, pero también sobre problemas específicos a fin de preparar alternativas consensuadas con cada comunidad para presentarlas a las entidades públicas obligadas a dar las respuestas adecuadas.
Los no entendidos podrían cuestionar la convocatoria hecha por la Defensoría alegando incompetencia funcional, posición totalmente equivocada porque ya es tiempo de que, siendo una Defensoría del Pueblo, no puede ya esta institución estar preparando estudios y publicaciones en abstracto con exhortaciones que las entidades estatales nunca prestan atención. Ahora, la Defensoría del Pueblo necesita ejercer esa defensa de manera efectiva exigiendo resultados palpables en la satisfacción de derechos fundamentales de estas poblaciones tan vulnerables en un plan coherente de aplicación progresiva, pues el beneficio sería muy grande debido a que, si se avanza en la solución de las aspiraciones en bienes y servicios estatales de las comunidades indígenas, que son las más abandonadas, la masificación de esos posibles resultados exitosos a nivel nacional no tendría frente a sí ningún peligro de fracaso.
El cumplimiento de un objetivo así planteado consolidaría nuestra aspiración de nación integral e integrada con todas sus variables culturales y étnicas, como base para la elaboración y generación de una política de Estado que nos muestre como un país con una visión de futuro para el corto, mediano y largo plazo, cuyos logros siempre constituyan peldaños sólidos de constante desarrollo económico y social tanto en lo interno como en nuestra capacidad de negociación al exterior.
Los derechos humanos no se violan solo por acción, sino fundamentalmente por omisión cuando el Estado no cumple con su finalidad de brindar a la población bienes y servicios que satisfagan esos derechos, como la aspiración a la educación, a la salud, a la seguridad, al saneamiento físico y legal, a sistemas de comunicación de alta tecnología, a vías de comunicación, a la no discriminación, a una discriminación positiva en los casos de poblaciones muy vulnerables, entre muchos otros.
Es entonces válido el actuar de la Defensoría del Pueblo para poder encauzar los requerimientos poblacionales hacia los entes del Estado para la satisfacción de aquellos, pero contando con elementos de control de avance y capacidad de sostenibilidad de una nueva concepción de consolidación social.
Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, X, Instagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.